"Con este capítulo destacable de nuestra historia hemos cumplido nuestra responsabilidad y ahora ha llegado el momento de pasar página". Con estas palabras Barack Obama ha anunciado solemnemente esta pasada madrugada (hora española) el final de la misión de combate de Estados Unidos en Irak, siete años y medio después del inicio de la invasión. El presidente ha advertido que todavía queda mucho por hacer y ha reiterado que ahora los esfuerzos militares se centrarán en Afganistán, pero el actual inquilino de la Casa Blanca ha querido dejar claro que su "misión central" en estos momentos es impulsar la recuperación económica y fomentar la creación de empleo.

Casi 20 meses después de llegar al poder, Obama ha podido cumplir este martes con uno de los grandes compromisos de su campaña: poner fin de forma responsable a la guerra de Irak. "Esta noche anuncio que la misión de combate en Irak ha concluido. La operación Libertad Iraquí ha terminado, y ahora los iraquíes deberán asumir la responsabilidad de brindar seguridad a sus propios ciudadanos", ha afirmado el presidente, que, según las encuestas cuenta con el apoyo de dos de cada tres estadounidenses.

De esta forma se ha referido a un "momento histórico" para hablar del final de la misión de combate en Irak, una guerra iniciada en marzo del 2003 "para desarmar a un Estado" que terminó transformándose en una "lucha contra la insurgencia". El terrorismo y la violencia sectaria, ha dicho el presidente, amenazó con partir en dos Irak, miles de estadounidenses dieron su vida y decenas de miles resultaron heridos. "Nuestra unidad interior se puso a prueba y las relaciones con nuestros aliados se tensaron", ha lamentado.

"Mantener y reforzar" el liderazgo de EEUU

Para Obama el final de las operaciones de combate iniciadas en el 2003 por Bush, con quien tuvo ocasión de hablar unos minutos horas antes, supone un hito que recuerda al resto del mundo que EEUU está empeñado en "mantener y reforzar" su liderazgo en el siglo 21, y ha reiterado su confianza en que de las "cenizas de la guerra" resurja un nuevo comienzo para Irak, al que meses después de las elecciones ha urgido a formar cuanto antes un Gobierno de coalición.

El presidente ha dicho que esta contienda ha supuesto "enormes sacrificios" y acabar con ella interesa tanto a Irak como a EEUU, y ha mencionado también el alto precio que han tenido que pagar los estadounidenses para dejar en manos de los iraquíes su propio destino. Tampoco se ha olvidado de recordar el elevado coste económico que ha supuesto para las arcas públicas. Se calcula que el Congreso ha aprobado desde el inicio de la invasión más de 700.000 millones de dólares para la guerra de Irak.

La economía es su prioridad

El estado de la economía ha sido una de las partes centrales del discurso desde el Despacho Oval, que acaba de ser remodelado a gusto del presidente. Por un momento Obama ha dejado a un lado algunos de los asuntos que dominan su política exterior -las guerras en Irak y Afganistán o la mediación que está a punto de comenzar entre palestinos e israelíes- para recordar que su tarea más urgente ahora es impulsar el crecimiento y fomentar la creación de empleo.

Una vez iniciada la misión Nuevo Amanecer, que concluirá a finales del 2011 con la retirada definitiva de las cerca de 50.000 tropas que permanecerán en Irak, ahora Estados Unidos puede centrar sus esfuerzos militares en Afganistán. Después del 11-S, la derrota de Al Qaeda es el principal reto que afronta EEUU, según Obama, quien ha recordado que mientras estaba hablando la red terrorista de Osama Bin Laden sigue conspirando para atacar contra EEUU y sus líderes se mueven a sus anchas por la frontera con Pakistán.

La destrucción de Al Qaeda

"Destruiremos, desmantelaremos y derrotaremos a Al Qaeda, al tiempo que evitaremos que Afganistán siga siendo una base para los terroristas", ha subrayado el presidente, quien a pesar de las dudas que se han lanzado desde el alto mando militar ha reiterado este martes que el inicio del repliegue será dentro de un año y que la retirada definitiva habrá concluido para finales del 2011, dejando una pequeña puerta abierta al asegurar que "todo dependerá de las condiciones sobre el terreno".

En un intento por huir del criticado "misión cumplida" de Bush unas semanas después del inicio de la guerra, Obama ha evitado a toda costa emplear términos como "victoria", pero ha reconocido la trascendencia histórica del momento. "En estos tiempos en lo que no se estilan actas de rendición, debemos ganarnos el triunfo a partir del éxito de nuestros socios y del fortalecimiento dentro de nuestras fronteras", ha afirmado el presidente.

No podía faltar en su discurso palabras de recuerdo para los más de 4.000 militares muertos y gratitud a los combatientes y veteranos de guerra, a los que ha prometido que su administración nunca dejará solos después de todos los sacrificios que han tenido que hacer para garantizar la seguridad. "Aunque el país tenga que seguir navegando por aguas turbulentas, ellos nos dan la confianza necesaria para saber que el camino elegido es el correcto, y que a pesar de la oscuridad todavía quedan días mejores por venir".