Continuamos por el camino de Granadilla hacia el sur, pasando por el abandonado cortijo de la Concepción y atravesando el arroyo de Granadillo, hasta desembocar de nuevo en el carril asfaltado CP-4, justo en el límite del término municipal de Rute. Si seguimos el carril hacia el sur, saldríamos a la carretera CO-7218, a la altura del puente sobre el río Anzur, pero preferimos girar y continuar en dirección opuesta. A un par de kilómetros, a la derecha del camino encontraremos las ruinas del cortijo del Higuerón, rodeadas, como no podría ser de otro modo, de frondosas higueras. Con el nombre del Higuerón se ha inventariado un sitio arqueológico que se sitúa sobre una pequeña elevación destacada entre dos arroyos. En la cumbre aparece un recinto cuadrangular realizado con bloques y sillarejos de caliza, a cuyo alrededor son muy abundantes los fragmentos de cerámica romana.

Aunque no seamos conscientes de ello, nos hemos unido a la vereda de Cabra, que coincide unos 500 metros con la pista asfaltada. Seguiremos por ella cuando abandone el asfalto, ascendiendo hacia una loma que deja al este un vértice geodésico de 684 metros de altitud denominado Las Canelas, elevación que se prolonga hacia el norte con el cerro de Las Capellanías, donde resiste un buen manchón de vegetación natural y en cuya cumbre se encuentran varios lienzos de carácter ciclópeo que conforman un recinto fortificado de planta compleja, posiblemente de origen romano. La vía pecuaria desemboca finalmente en la carretera que conduce al vertedero de residuos sólidos urbanos. Por dicha carretera saldremos de nuevo a Llanos de Don Juan, cerrando de este modo un bucle.