NUEVA LEGISLATURA

El PSOE explorará una portavocía coral de transición para contraatacar al PP

Sánchez busca incrementar sus parapetos ante el asedio de la oposición y reforzar la comunicación para desviar el foco de la amnistía a la agenda social

La portavoz del gobierno y ministra de Educación, Formación Profesional y Deporte, Pilar Alegría.

La portavoz del gobierno y ministra de Educación, Formación Profesional y Deporte, Pilar Alegría. / EP

Iván Gil

Ferraz planea distribuir las funciones de la portavocía del partido entre diferentes cargos. Aprovechando la vacante que deja ministra Pilar Alegría, al sumar las competencias de portavoz del Gobierno a su cartera de Educación y Deportes, la intención de los socialistas es que distintos perfiles se encarguen de actuar como altavoces, dependiendo de los asuntos de la agenda y temáticas que se traten en cada ejecutiva. Al margen de la portavocía oficial, que según fuentes del partido no hay urgencia en nombrar.

Se trata de un modelo similar al adoptado por Génova. Los populares juegan con diferentes perfiles para trasladar sus mensajes y posiciones tras las reuniones de la dirección que habitualmente celebran los lunes. Cuca Gamarra, Borja Sémper, Miguel Tellado o Elías Bendodo son quienes indistintamente comparecen en rueda de prensa ante los medios. Fuentes socialistas reconocen que “vamos a hacer un poco lo mismo”. Al menos en estos primeros compases de la legislatura.

Desde el partido subrayan que cuentan con suficiente banquillo para practicar esta suerte de portavocía coral. Entre sus pesos pesados destaca la vicesecretaria y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien ya se encargó de sustituir como portavoz a Pilar Alegría en alguna ocasión. Pero además del resto de miembros del Gobierno que se sientan en la ejecutiva (Félix Bolaños e Isabel Rodríguez), los socialistas pretenden poner en valor variados perfiles para afinar sus mensajes y actuar como pararrayos de su secretario general.

Pedro Sánchez ha diseñado un Gobierno de “alto perfil político” para capear una legislatura convulsa y Ferraz se prepara para lo mismo. Con el objetivo de contraatacar al PP, ante una estrategia de oposición que se ha recrudecido, pero también para poner en valor la agenda social del Ejecutivo. Mejorar la compenetración entre Ferraz y Moncloa y reforzar la comunicación. El propio presidente del Gobierno, en la declaración institucional para anunciar los nombres de su nuevo Gobierno, puso en valor su elección de “dirigentes capaces de gestionar, pero también de llegar a acuerdos y explicarlos”.

Multiplicar los parapetos

La misma lógica se quiere seguir desde el partido, potenciando todos los flancos para contrarrestar a la oposición y visibilizar su actividad legislativa. Con el foco en la ley de amnistía y una tensión social que amenaza con sostenerse en el tiempo, por el impulso de las movilizaciones tanto desde el PP como desde Vox, los socialistas pretenden redoblar sus esfuerzos para cambiar la conversación y que la acción desplegada por el Ejecutivo traspase los muros de Moncloa y el Congreso para llegar a la opinión pública.

Sánchez necesitará el mayor número de parapetos posibles ante el asedio de la oposición esta legislatura. En el Gobierno ha reforzado para estas funciones a Montero, Bolaños y Alegría, mientras que en Ferraz se quiere ensayar un equipo en la misma línea. Más escuderos y más pedagogía. La tercera pata para desplegar esta estrategia es el grupo parlamentario, donde algunas voces del partido vaticinaban cambios de forma paralela a la formación del nuevo Gobierno.

Pilar Alegría se estrenó este martes como portavoz, en rueda de prensa tras el primer Consejo de Ministros del nuevo Gobierno, insistiendo en la idea de “trasladar las medidas, respuestas y soluciones” del Ejecutivo ante los diferentes retos sociales y económicos que tiene por delante. Todo ello “desplegando una agenda de estabilidad, progreso y convivencia”, en la que se pretende poner el acento frente a las cuestiones más polémicas pactadas con los partidos soberanistas en los respectivos acuerdos de investidura.

"Tranquilidad y sosiego"

En Moncloa consideran como ventaja respecto a la anterior legislatura que dentro de la coalición habrá menos ruido. “Cuantos menos decibelios mejor”, explica una ministra socialista no solo respecto al “ruido” interno con sus socios, que dan por superado por la mejor relación con Sumar que con Unidas Podemos, sino también con la oposición.

La estrategia que se defiende desde Moncloa es la de no llevar el choque con la oposición al extremo. “Nos quieren llevar a la polarización, pero no nos van a encontrar ahí. A nosotros nos van a encontrar trabajando”, añaden las mismas fuentes.

“Nuestra obligación”, continúan en la misma línea para dar cuenta de su hoja de ruta a nivel comunicativo, “es trasladar tranquilidad y sosiego”. No será fácil en una legislatura que se prevé inestable y con diferentes frentes abiertos, no solo con la oposición. Solo desde el ministerio de Justicia, Bolaños deberá afrontar un patente choque de la judicatura contra el Gobierno. La tramitación parlamentaria de la ley de amnistía será otra de las cuestiones que asuma en primera persona. La intención del Gobierno de forzar la renovación del CGPJ, aunque el PP persista en su bloqueo, tampoco ayudará a facilitar la relación entre poder ejecutivo y el judicial.