Elecciones 23J

Sánchez a Ana Rosa Quintana: "El problema es que no tienen nada contra mí, no soy perfecto pero sí limpio"

El presidente del Gobierno liga la "campaña de insidias" contra él y su "familia" a que no hay casos de corrupción y apunta a que en las últimas semanas se ha "reactivado" la movilización del voto progresista

Sánchez se defiende: “Soy un político limpio”

Agencia ATLAS

Marisol Hernández

En su campaña más mediática hasta ahora que, por primera vez incluye los medios de comunicación más hostiles, según la visión de la Moncloa, Pedro Sánchez ha recalado esta mañana en El Programa de Ana Rosa Quintana, en Tele 5, a donde no acudía desde hace cuatro años. Una cita tan relevante como la que protagonizó la semana pasada en El Hormiguero, de Antena 3, por la audiencia y el liderazgo de sus presentadores pero que ha discurrido de manera muy distinta.

Más tensa, casi un combate de boxeo, con el presidente del Gobierno y Ana Rosa Quintana pisándose contínuamente por tener la palabra, y en la que el candidato socialista ha mantenido que se le ataca porque, a diferencia de lo que sucedió con el PP, en su administración no han existido casos de corrupción. "El problema es que no tienen nada contra mí, no soy perfecto pero sí limpio", ha dicho, tras criticar la "campaña de insidias" contra él y su "familia" y recordar que se ha llegado a apuntar que la nueva relación con Marruecos se ha producido porque "le hackearon el móvil" o porque "su mujer está vinculada a una red de narcotráfico".

Pedro Sánchez: "Insultar en el debate público nos degrada como país".

Agencia ATLAS

El presidente del Gobierno ha respondido asì a las preguntas sobre el cambio de postura sobre el Sáhara. "Hay personas muy presentes en tertulias que han usado estos argumentos", ha apuntado, para sorpresa de la presentadora que ha asegurado "que esto yo no lo he oido". Los ataques a Sánchez han sido uno de los ejes de una conversación, en la que él ha vuelto a quejarse de la desproporción entre la opinión pública y la publicada, mucho más radicalizada en su opinión, y de la hegemonía de las posiciones conservadoras en los programas políticos. "Insultar en el debate público nos degrada como país", ha subrayado.

"Una cosa es la opinión y otra los hechos", ha repetido. "Una cosa es el insulto y otra cosa es la crÍtica", le ha respondido ella, en un continuo toma y daca, que sólo se ha relajado al final. La presentadora ha pasado de decir que la ley del 'sólo sí es sí' es una mala a reconocer que "hay cosas buenas". Pero en ese tránsito han sido constantes los reproches mutuos. "¿Me permite responder?", le ha replicado varias veces él. "Es su opinión", le ha repetido insistentemente. El jefe del Ejecutivo hasta ha llegado a plantear que en España hace falta una "revolución del respeto", aludiendo en distinas ocasiones a que un día antes, en ese mismo plató, Alberto Núñez Feijóo se refiriera a él como "ese personaje".

Sánchez: “Tenemos una reputación internacional y pido la reelección para avanzar y no retroceder”

Agencia ATLAS

El PP "se traga" sus palabras

Pero, como hizo con Pablo Motos, aunque esta vez con más dificultades, Sánchez no ha desaprovechado la ocasión de vender su gestión y recordar, entre otros asuntos, la subida del 8% de las pensiones, en un programa ,que él mismo ha citado, ven "muchos jubilados". Al hilo de los pactos que el PP está suscribiendo con Vox los mensajes han sido claros. La propia presentadora ha citado la entrevista que EL PERIÓDICO DE CATALUÑA, que como este diario forma parte del grupo Prensa Ibérica, en la que el presidente dijo que "lo que estamos viendo es un tráiler de una película tenebrosa, una mayoría de PP y Vox"

"Se tragan sus palabras para llegar a acuerdos", ha afirmado este jueves, con un partido que dice que la violencia de género es "ideología". Una distinción que ha hecho de cualquier entendimiento que el PSOE haya tenido con Bildu por dos razones. Han sido sobre cuestiones puntuales no alianzas cerradas y siempre han sido avances no retrocesos, ha mantenido.

Para Sánchez la disyuntiva está clara: "Vamos a ir a formulas de gobierno de coalciicón, uno progresista u otro ultraderechista". Y con esa tesis ha esquivado todas las preguntas sobre porqué no es posible un acercamiento entre el PP y el PSOE, un tema que este lunes se abrió paso en el debate político a raíz de un artículo de Felipe González en el que defendía una abstención de uno de los dos partidos "cuando no haya otra opción". Sánchez ha recordado ni él lo apoyó en 2016 ni los populares se lo concedieron en las dos elecciones consecutivas de 2019.

La forma de no llegar a ese punto, ha destacado, es que el 23J haya una gran participación. Incluso ha apuntado que sus encuestas detectan una "reactivación" del voto progresista tras señalar su desmovilización como la gran causa de la derrota del 28M junto a la fragmentación de la izquierda a la izquierda del PSOE. Pero el presidente no ha querido entrar en qué apoyos necesitará para investidura, más allá de volver a tener a Yolanda Díaz como vicepresidenta.