PRISIONES EN EUROPA

Radiografía de la población reclusa en España: 55.000 presos, 40 años de media y suicidios en Cataluña

El informe SPACE I, realizado anualmente por la Universidad de Lausana para el Consejo de Europa, evidencia la alta tasa de presos extranjeros

Cristina Gallardo

La foto fija de las prisiones europeas que facilita anualmente el Consejo de Europa señala a España como uno de los 48 países pertenecientes a esta organización que cuenta con una mayor población reclusa, concretamente en el sexto lugar con un total de 55.095 internos contabilizados por la administración penitenciaria (central y catalana) a principios de 2022. 

El informe SPACE I, que elabora anualmente la Universidad de Lausana y cuyos resultados se han conocido este martes, también arroja una media de edad de los reclusos españoles de unos 40 años, baja tasa de preventivos respecto a otros estados (un 16 por ciento) y un porcentaje elevado (del 48 por ciento) de extranjeros en las cárceles catalanas, centros en los que también destaca que el número de suicidios sea superior a la media, concretamente 14,3 casos por cada 10.000 internos.

En cuanto al número total de internos, España contabilizaba a principios del pasado año 47.425 presos en cárceles del Estado y 7.670 en centros administrados por la Generalitat, un total de 55.095 que le sitúan tan solo detrás de Turquía (303.945), Inglaterra y Gales (79.092), Polonia (71.874, Francia (69.964), y Alemania (56. 94). Inmediatamente después se sitúan Italia (54.372) y Ucrania -con datos anteriores al conflicto bélico- (48.038 presos).

Población estable

Pese a estas cifras, España se encuentra entre las 24 administraciones que mantiene estable la población presa durante los últimos años. Únicamente Bulgaria, Estonia y Alemania han registrado un descenso de internos (dentro de los países que superan el millón de habitantes) mientras que otros 16 países han visto superada de forma notable sus tasas de encarcelamiento, algo que en el caso de Eslovenia se ha producido en un porcentaje del 23 por ciento.

En cuanto al número de internos por cada 100.0000 habitantes, España se encuentra dentro del grupo de países con apenas variaciones, ya que en esta última revisión se ha producido un incremento de presos de tan solo un 0,1 por ciento.

También sacamos nota en la asignatura de superpoblación, puesto que en los países analizados la densidad carcelaria se incrementó en un 4,8 por ciento (una tasa 91,6 los internos por cada 100 plazas disponibles), un porcentaje. En España dicha tasa es de 73 presos por cada cien plazas disponibles en el conjunto del país (72 reclusos en el caso de las cárceles gestionadas por el Gobierno autonómico en Cataluña).

En cuanto a la edad de los reclusos, la media en España es de 40 años, siendo un 25 por ciento los reclusos que superan los 50 años, unta tasa más alta que la media europea que solo supera Italia.

En cuanto a las mujeres, cinco de cada diez reclusos en Europa lo son. España se encuentra en entre el grupo de países con mayor proporción de mujeres encerradas en prisiones, con un 7,2 por ciento del total, la misma tasa que Finlandia. Únicamente supera esta cifra Chipre (9,5 por ciento) Malta (8,6 por ciento) Letonia (8,4 por ciento) República Checa (8,1 por ciento), Hungría (7,6 por ciento) y Eslovaquia (7,3 por ciento).

En cuanto a los extranjeros, constituyen un 16 por ciento de la población reclusa en toda Europa, y España supera de forma amplia esta proporción con una tasa del 27 por ciento a nivel estatal, que se dispara al 48 por ciento en el caso de Cataluña.

Una cuarta parte de preventivos

Otro dato interesante es el de los pesos preventivos, es decir, la población que permanece en centros penitenciarios antes de ser juzgada, que constituye una cuarta parte de la población presa total en toda Europa. En este capítulo, nuestro país se sitúa en la parte más baja de la tabla, con una población de reclusos preventivos del 16 por ciento. En cuanto a la duración de los internamientos, la media es de 8 meses y medio pero en nuestro país dicha tasa se dispara hasta los 20,5 meses en el caso de las prisiones estatales y hasta los 18,2 meses en Cataluña.

Por último, el informe habla de los suicidios en prisión, que a lo largo de 2021 alcanzó unas cotas de más de 9 personas fallecidas por cada 10.000 presos. En este ranking, Cataluña se sitúa en los puestos más altos, con 14,3 casos por cada 10.000 internos.

En términos generales, el año anterior - de enero de 2020 a enero de 2021- el encarcelamiento europeo general había disminuido debido a la disminución de la delincuencia callejera en el contexto de las restricciones de movimiento durante la pandemia, la ralentización de los sistemas judiciales y la implementación de esquemas de liberación en algunos países, según destaca el estudio.

Normalidad tras el covid

El estudio también advierte que el aumento de la poblacion presa en 2022 refleja un retorno a la relativa normalidad en la vida social y el funcionamiento de los sistemas de justicia penal europeos tras la pandemia de Covid. A pesar de ese aumento, la tasa de encarcelamiento europea en 2022 sigue siendo inferior a la observada a principios de 2020, antes de la pandemia. Esto sugiere la continuación de la disminución constante observada desde 2011”, según el profesor Marcelo Aebi, jefe del equipo de investigación SPACE de la Universidad de Lausana.

En promedio, de enero de 2021 a enero de 2022, la proporción de presos que cumplían condena por hurto disminuyó un 8,8%, mientras que los condenados por delitos relacionados con el narcotráfico aumentaron un 3,5 %. 

Los delitos de drogas continuaron siendo la condena principal más común entre los reclusos; estos delincuentes constituían el 19% de la población carcelaria, seguidos del hurto (15%) y el homicidio o tentativa de homicidio (14%). Los reclusos cuya pena principal está relacionada con infracciones de tráfico constituyen el 4,6% de la población penitenciaria, mientras que el 3,9% han sido condenados por delitos económicos o financieros.