Comunidad de Madrid

Ayuso comienza una nueva etapa de consolidación política sin ataduras y con perfiles técnicos en el Gobierno

La presidenta madrileña asume un reto personal al renovar por completo a sus consejeros

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, durante su participación en el acto "Pasar página e iniciar el cambio en España", en Madrid.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, durante su participación en el acto "Pasar página e iniciar el cambio en España", en Madrid. / EFE

Elena Marín

"Esta renovación tiene mucho de reto personal". En el entorno popular y la Comunidad de Madrid siguen con sorpresa la decisión de la presidenta Isabel Díaz Ayuso de revolucionar su próximo Gobierno de tal forma que se da casi por hecho que no seguirá ninguno de los consejeros que le han acompañado estos últimos cuatro años, y en conversaciones informales repiten esta primera frase de distintas maneras. Se lanza a consolidar su trayectoria o a definir su legado "sin ataduras", explican en el PP, con un gobierno de sello propio, con el que soltará lastre y todos los que le acompañen en esta nueva etapa serán "personas que le deban el cargo" político a ella y no a un tercero, como ha podido ocurrir con el ejecutivo saliente, donde varios consejeros venían recomendados por Génova o simplemente los heredó del equipo anterior.

Tras su investidura este próximo jueves 22 de junio, Ayuso pondrá a prueba su trayectoria con la configuración del nuevo gobierno. Su papel en la política nacional es evidente, ha marcado el paso varias veces a su partido, principalmente, desde que decidió retar al Gobierno de la nación por las medidas de la pandemia, optó por adelantar elecciones y prescindir de Ciudadanos y retar a la dirección. Pero en ese camino, en el que también se enfrentó a Vox cuando la formación de Rocío Monasterio dejó de apoyarle pidiendo una comisión de estudio sobre las residencias de mayores o fracasó en su intentó de sacar adelante los presupuestos, ella misma ha dicho siempre que la "experiencia" de sus consejeros, bregados en la política autonómica y nacional, le daba "tranquilidad" para que la rueda siguiera girando y su ejecutivo gobernando. Ahora, sin embargo, renuncia a ese equipo que ha sido parte de su fórmula de éxito, a tenor de los resultados electorales.

Riesgo controlado

Mientras en el PP hay quien opina que desprenderse por completo de un equipo para sustituirlo por personas probablemente desconocidas por el público puede ser "arriesgado", hay quien piensa que ascender, como se prevé que suceda, a vicesecretarios o directores generales puede suponer un giro hacia la "gestión" pura. Los segundos niveles de las consejerías pueden estar formados por personas del partido, como lo fue la propia Ayuso en su día (vicesecretaria de Justicia con Cristina Cifuentes), pero eso no implica falta de experiencia. Muchos de los nombres que se repiten como futuros consejeros son precisamente técnicos o profesionales que conocen la administración y los temas de sus consejerías "mejor incluso que los propios consejeros", relatan en la Comunidad, aparcando las dudas de quienes se sorprenden porque no mantenga al menos a "uno o dos puntales" que den continuidad al mandato anterior. De lo que no cabe duda es que ella seguirá siendo el perfil más político de su nuevo gobierno.

El contexto político que se avecina va a ser muy diferente, aventuran tanto en el PP como en la oposición, donde dan por hecho que pase lo que pase en las elecciones generales Ayuso "empezará a desinflarse en Madrid". En el entorno de la presidenta, evidentemente, no utilizan estas palabras, pero sí son conscientes de que lo que suceda el próximo 23 de julio determinará el grado del foco mediático sobre Madrid. Si Alberto Núñez Feijóo no llega a La Moncloa, porque comenzará una nueva carrera sucesoria en Génova y la dirigente madrileña, que es un referente dentro del PP nacional, puede dar salida a sus hipotéticas aspiraciones nacionales; si gana Feijóo, porque desaparecerá su leit motiv, erigirse en defensora de Madrid ante las políticas de Pedro Sánchez, y tendrá que "reinventar" su forma de estar en política.

Fieles y experimentados

Y en este segundo escenario es donde la apuesta por la gestión puede tomar protagonismo, consideran los afines o los más optimistas, tras una legislatura trufada de un adelanto electoral, una pandemia que ha paralizado el desarrollo normal de la política, una guerra interna en el PP y la permanente dependencia de un segundo partido. El "cambio radical" que plantea Ayuso para su gobierno, con perfiles más técnicos, experimentados y de edad similar a la suya (rozando los 45 años) están orientados en dos sentidos, según las fuentes consultadas. Crear su propio equipo sin ataduras y que le sean totalmente fieles, y que estén enfocados a la gestión y la modernización de la Administración, algo en lo que la presidenta dice querer poner el foco.

Entre los más fieles escuderos de Ayuso se encuentra Alfonso Alonso, que además de ser su número dos en el PP de Madrid es desde el martes el vicepresidente del grupo popular en la Asamblea de Madrid. Aunque es una persona de la máxima confianza de la presidenta y la persona que podría coordinar el gobierno como lo ha hecho hasta ahora Enrique Ossorio, él no quiere dejar el partido y la presidenta ha insistido hasta ahora en que no quiere que Gobierno y partido se mezclen. En la formación conservadora consideran que podría ser uno de los senadores designados por la Asamblea, siempre y cuando pueda compatibilizarlo con la gestión interna del partido. Algo similar ocurre con Jorge Rodrigo, miembro de la dirección del PP de Madrid y ex vicepresidente primero de la Mesa de la Asamblea, a quien internamente creen su trabajo esta última legislatura quedará premiado con su nombramiento como senador o consejero.

Ascensos y búsqueda externa

A partir de ahí, el nombre de Miguel Angel García Martín, actual viceconsejero de Presidencia y conocido internamente como "vicedios" porque siempre está dispuesto y consigue que las cosas salgan adelante, es el más repetido como posible sucesor de Enrique López en la coordinación del Gobierno. Y podría también asumir las áreas económicas que deja vacantes Javier Fernández Lasquetty.

Otro viceconsejero que puede asumir funciones mayores es el de Vivienda, José María García, que podría sustituir a Paloma Martín (que irá en las listas de Feijóo al Senado) en Medioambiente, Vivienda y Agricultura si finalmente no repite. Sin embargo, los asuntos que más controla García son los relativos al urbanismo, y la vivienda está llamada a ser una materia relevante esta próxima legislatura, por lo que hay fuentes que apuntan que podría tener una consejería propia y que los temas relacionados con Medioambiente y Agricultura se desdoblen en otra diferente. Carlos Novillo, viceconsejero de Interior y director de la Agencia de Seguridad y de Emergencias 112; Rocío Albert, viceconsejera de Política Educativa; José Antonio Sánchez, viceconsejero 'tiktoker' o de Administración Local y Digitalización; y Patricia Reyes, hasta ahora directora general de Igualdad, son también personas que han estado en segunda fila esta pasada legislatura que podrían formar parte del nuevo Gobierno.

Para el área de Sanidad, la presidenta de la Comunidad se ha puesto a explorar el sector y no solo la Consejería. Ayuso está buscando para asumir este departamento, donde la digitalización del servicio va a ser cada vez mayor y los profesionales sanitarios podrían a lo largo de la legislatura volver a plantear sus quejas por falta de recursos materiales y humanos, un perfil similar al de su ex viceconsejero Antonio Zapatero, un médico de profesión que haya asumido también labores de gestión en algún hospital de la región.

Otra de las áreas que podría tener especial relevancia es la dedicada a la digitalización, sea con una consejería propia o como un asunto trasversal a todos los departamentos que esté dirigido desde Presidencia.