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ELECCIONES CATALANAS

El PSC gana en Cataluña y habrá gobierno separatista o de izquierda

Salvador Illa ganaría en votos, pero empataría en escaños con ERC. Los partidos separatistas revalidarían su mayoría de representantes y Vox irrumpe con fuerza

Elecciones y Covid en Cataluña

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Salvador Illa se ha convertido este domingo en el primer socialista que gana unas elecciones al Parlament desde el año 2003, cuando Pasqual Maragall se impuso en votos pero no en escaños. Eso no le ha pasado al candidato del PSC, que ha logrado también la primera plaza -empatado con ERC- en número de diputados, con 33, casi el doble de los 17 que su partido obtuvo en 2017. Sin embargo, Maragall pudo formar Govern. Y las circunstancias ahora son tan diferentes que no se atisba con qué fórmula Illa podría convertirse en el próximo presidente de la Generalitat.

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El candidato a la presidencia de la Generalitat por el PSC Salvador Illa valora los resultados electorales este domingo. / EFE / TONI ALBIR

En cualquier caso, el éxito de lo que se ha llamado ‘efecto Illa’ -la sustitución imprevista de Miquel Iceta por el hasta enero ministro de Sanidad- es indiscutible. “Nadie contaba con nosotros hace tres años, ni hace tres meses”, resumió la número dos de la lista socialista, Eva Granados. El PSC ha pasado de tener un papel casi testimonial en el Parlament a convertirse en la primera fuerza de la Cámara. Además, ha recuperado con contundencia la hegemonía en el campo no independentista tras el insólito hundimiento de Ciudadanos. Illa dio al conocer los resultados las gracias, entre otras personas, a Iván Redondo, el asesor de Pedro Sánchez a quien se atribuye un papel importante en el diseño de su ‘operación retorno’ a Cataluña.

La impermeabilidad de los bloques identitarios, confirmada durante la campaña, hace casi imposible pensar ahora en un pacto de izquierdas, por mucho que los ‘comuns’ insistieran en esa idea tras conocer los resultados. Sobre todo es difícil por parte de ERC, que por fin consiguió superar a JxCat, y que lo hizo solo tres días después de prometer solemnemente por escrito que no pactará con el PSC.

Sin embargo, en su comparecencia de la noche, Illa insistió en que intentará convertirse en ‘president’, sin aclarar con qué otros partidos piensa contar para salvar los 35 diputados que le separan de la mayoría absoluta. “La victoria clarísima en votos tiene un significado muy claro, el de pasar página, el de cambiar para reencontrarnos entre catalanes. Les anuncio que me presentaré a la investidura”, dijo el candidato socialista, avalado por 650.000 catalanes.

SIN DESGASTE INDEPENDENTISTA

El hecho de que el ‘efecto Illa’ no sirviera para frenar el avance del independentismo, y también las restricciones provocadas por el covid-19 -la sede de la calle Pallars estaba cerrada al público- dieron un aire frío a la celebración de los socialistas. Pero los números les dan múltiples motivos para la alegría, a pesar de que JxCat y sobre todo ERC demostraran que apenas han sufrido desgaste.

Para empezar, la campaña, diseñada sobre todo para recuperar los votos que Ciudadanos logró en feudos tradicionalmente socialistas en 2017, ha funcionado. El PSC tiñó de rojo de nuevo el área metropolitana, se impuso en la provincia de Barcelona y en las comarcas más pobladas -el Barcelonès, el Baix Llobregat, el Vallès Occidental- y recuperó también músculo en el resto de circunscripciones. Creció dos escaños en Tarragona, otros dos en Girona y otros dos en Lleida. Ganó en las ciudades de Barcelona y Tarragona, y se quedó a poco más de 500 papeletas de hacerlo en Lleida. Con casi un 23% de apoyo total, logró, con una participación inferior en más de 25 puntos a la de las últimas elecciones, más votos que entonces.

Aunque no aclaró qué pasos piensa dar a partir de ahora, Illa sí intentó infundir esperanzas en quienes quieren dejar de lado el ‘procés’ independentista. “El cambio ha llegado a Cataluña para quedarse, y el de hoy es un gran paso adelante, pero es solo el primer paso adelante”, dijo tras conocerse los resultados. “El cambio es imparable y hay un sentimiento de reencuentro amplio y mayoritario. No hay vuelta atrás”, insistió.

LEJOS DE LA MAYORÍA

Se abren ahora unas conversaciones en las que el PSC, después de muchos años, tiene algunas cartas que jugar. Los socialistas quieren por lo menos alejarse de la imagen que dio Inés Arrimadas cuando, tras ganar las elecciones en 2017, ni siquiera entabló negociaciones para intentar formar Govern. Pero las urnas confirmaron que la fórmula de Govern que Illa ha defendido durante la campaña, la del pacto con los ‘comuns’, le deja muy lejos de la mayoría. Pese a todo, tras conocerse la victoria socialista, Iceta insistió: “Hoy empieza el cambio en Catalunya”.

VOX IRRUMPE

Vox se erige como la cuarta fuerza en escaños y consigue en sus primeros comicios al Parlament un total de 11 diputados. El PP no ha logrado capitalizar el anunciado desplome de Ciudadanos, cuyos votos presumiblemente se han dividido entre Illa y Ignacio Garriga (Vox). Alejandro Fernández repite los tres diputados que sacó su predecesor Xavier García Albiol. Mientras que los de Carlos Carrizosa (Cs), que venían de ser la fuerza más votada, se han derrumbado y pasan de 36 diputados a seis. Quien se queda fuera del arco parlamentario es el PDECat. Àngels Chacón no supera el corte del 3% y dejaría, formalmente, a los herederos de Convergència fuera del Parlament desde los primeros comicios de 1980.

Las elecciones de ayer en Cataluña estuvieron marcadas por el impacto de una pandemia. Los estragos del coronavirus y las restricciones que acarrea lastraron la participación, que ha bajado hasta el 52%. La distribución de la abstención ha sido clave para decantar los resultados electorales y para desencallar la pugna a tres que pronostican las encuestas.

En las elecciones más anómalas que ha vivido Cataluña, la ciudadanía doblegó a la pandemia dando una lección de civismo y cumpliendo a rajatabla con unas medidas sanitarias extremas que funcionaron a la perfección y desmintieron los catastróficos augurios que se deslizaron durante la campaña. Ya en las urnas, esos mismos contribuyentes deshicieron el pulso a tres otorgando al PSC la victoria en votos, pero a los soberanistas el poder gobernar.

La lucha enconada entre las principales fuerzas políticas, la pandemia de coronavirus y el clima de enfrentamiento entre constitucionalistas e independentistas abren un escenario que, sin duda, estará abierto a todo tipo de pactos y coaliciones. Sobre todo con los cordones sanitarios que los independentistas han firmado contra el socialista Illa

Votación con los miembros de la mesa con los epis puestos, en el Pabellón Esportiu de la Espanya Industrial. / MANU MITRU

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