El PP se encuentra en modo ‘pause’. A la espera de que su campaña de presión al PSOE, con mensajes y llamamientos en contra de la coalición de izquierdas por parte de dirigentes y personalidades de dentro y fuera de España y de la que el lunes informó este periódico, surta efecto y evite un pacto de los socialistas con Podemos. De hecho, la cúpula del PP dio a entender hoy queMariano Rajoy no iniciará, por el momento, una nueva ronda de contactos para granjearse los apoyos que ahora no tiene, y que le hicieron declinar presentarse a la investidura, y simplemente está a la espera de que el PSOE haga implosión e impida que su secretario general, Pedro Sánchez, se coaligue con el podemistaPablo Iglesias.

Para contribuir a esa ruptura interna, los populares, desde primera hora, recordaron públicamente los puntos flojos de Podemos -su supuesta vinculación con Venezuela o Irán-, tacharon la oferta gubernamental de Iglesias y sus ministros de “humillación” para Sánchez, y abundaron en las divisiones internas del PSOE, con llamamientos constantes a los socialistas descontentos a que expresen “en público” los reparos al pacto con la fuerza morada que expresan “en privado” o las redes sociales.

HURGANDO EN LOS BARONES

El vicesecretario de organización conservador, Fernando Martínez-Maíllo, invitó por ejemplo a la andaluza Susana Díaz a que “ponga orden en su partido” e impida el acuerdo con Podemos, mientras que el responsable de comunicación conservador, Pablo Casado, apuntó que el “descontento” de Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero o Alfredo Pérez Rubalcaba ”con la “deriva” de Sánchez es “notorio y palpable”. Y, según él, las voces críticas que han salido a la luz solo suponen “la punta del iceberg” de los recelos en las filas socialistas.

Por eso, el popular admitió que su partido está a la espera de que en el comité federal que el PSOE celebrará el sábado salga a relucir el malestar y se alcance un “acuerdo” que impida a Sánchez rubricar una alianza con Iglesias.

GUIÑOS A CIUDADANOS

Tras la reunión del comité de dirección del PP presidido por Rajoy, Casado hizo un guiño a Ciudadanos, al alabar la actitud “responsable y constructiva” de la fuerza naranja, pero sugirió que su líder no intentará ganarse el apoyo de Rivera u otras organizaciones políticas en una inmediata ronda de contactos. Es más, de forma sorpresiva se mostró dispuesto a que sea el PSOE el que invite al PP o Rajoy al diálogo que prevé emprender para la investidura de Sánchez.

Por otro lado, para acallar las dudas que han surgido en torno alfuturo del líder del PP, tras su renuncia a ser investido, Casado y otros dirigentes conservadores reiteraron que Rajoy es y será su candidato a presidente. Al mismo tiempo, barones como el gallego Alberto Núñez Feijóo, la madrileña Esperanza Aguirre, y el extremeño José Antonio Monago, secundaron públicamente que el jefe del Ejecutivo declinara el viernes acudir a la investidura.