Más de 12 horas después de haberse desplomado en Galicia y Euskadi, la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, ha evitado hacer autocrítica. Para los socialistas, el resultado de ayer tiene sobre todo que ver con el desencanto que sufrieron los votantes socialistas durante la última etapa de José Luis Rodríguez Zapatero. Pese a las voces (poco relevantes orgánicamente, pero crecientes) que reclaman la dimisión de Alfredo Pérez Rubalcaba, Valenciano ha descartado por completo el cese del secretario general o cualquier otro cambio en la dirección del partido.

"A partir del último periodo del Gobierno del PSOE, muchos ciudadanos que entonces nos habían apoyado, se distanciaron. Decidieron abstenerse o votar a otras formaciones. Entonces empezó un ciclo electoral negativo para el PSOE que todavía no ha terminado. Tenemos que volver a merecer la confianza de los ciudadanos, que entonces decepcionamos. Es preciso ir más deprisa y más a fondo. Recuperar la confianza no se consigue en pocos meses. La confianza se pierde con facilidad, pero para recuperarla se necesita tiempo y mucho esfuerzo", ha dicho este lunes, tras la reunión de la comisión permanente, la número dos socialista.

Ese "más deprisa y más a fondo" significa acelerar el par de conferencias políticas que tenían planteadas, que se celebrarán a comienzo del próximo año, y también alumbrar un modelo territorial propio del PSOE. Y poco más. Porque aunque Valenciano se ha declarado "responsable de lo que sucede, de lo bueno y de lo malo, pero casi más de lo malo", ha evitado determinar esa responsabilidad.

Tiempos difíciles

Sobre la dimisión de Rubalcaba, su número dos ha sido tajante. "No se ha planteado. No se ha tratado la cuestión en la permanente. Hace tan solo ocho meses que fue elegido. Cuando nosotros nos hicimos cargo del PSOE, sabíamos que no íbamos a gobernar tiempos fáciles. Pero no nos parece que sea el momento de abandonar las responsabilidades. Tal vez al contrario, de asumirlas con más fuerza", ha dicho. Y sobre la aceleración de las primarias para elegir al próximo candidato a las generales, algo que piden numerosos barones, también lo ha descartado: "El problema de este país es otro. Quién va a ser el candidato a las generales no es el debate más urgente".

Y por último, en estos momentos en los que se reproducen las voces críticas en el seno del partido (que acusan a Rubalcaba de ser incapaz de remontar el signo socialista), la vicesecretaria general ha criticado, sin nombrarlos, a quienes no apoyan en estos momentos al líder. "De los compañeros esperamos lo que estamos recibiendo: solidaridad con los candidatos, reflexión serena sobre lo que el partido tiene que afrontar y responsabilidad por parte de todo el mundo. Compañero es una palabra muy bonita. Significa compartir el pan. Algunos lo comparten y otros no. Pero la mayoría lo comparte", ha concluido Valenciano.