-¿Qué proyecto presenta el Partido Popular al electorado para los próximos cuatro años en Andalucía?

-De cambio y transformación para que funcionen las cosas en Andalucía. Esto significa un paquete de reformas en el ámbito fiscal y económico, en la organización sanitaria y educativa, y en la regeneración ética y democrática. Pretendo que Andalucía deje de estar a la cola.

-En esta campaña le envuelve un eslogan muy directo: «Juanma Moreno, garantía de cambio».

-Sí. Hay un bloque de ciudadanos, hasta un 63% según reflejan algunas encuestas, que creen que con otro gobierno Andalucía funcionaría mejor. Por tanto, hemos llegado a la conclusión de que el PP es el único que garantiza el cambio en Andalucía. En los 40 años de historia de la autonomía, el Partido Andalucista pactó con el PSOE, IU pactó con el PSOE, y Ciudadanos también ha pactado con el PSOE la pasada legislatura. Para quien quiera cambiar, otras políticas, el PP es la única garantía.

-Usted ha planteado estas elecciones andaluzas como un plebiscito a 38 años de gobiernos del PSOE. ¿Por qué razones?

-Creo que la sociedad andaluza ha llegado a una madurez en la que requiere tomar decisiones drásticas hacia su futuro. Estas decisiones el PP las simplifica así: ¿usted quiere seguir con 40 años de socialismo, con las mismas políticas de siempre?, ¿o hacemos un cambio, con nuevos equipos, horizontes, proyectos y objetivos? Estas son las cuestiones del referéndum que tienen que contestar los ciudadanos el 2 de diciembre en las urnas.

-¿Cuál es su balance de la gestión de Susana Díaz?

-Negativo. Porque Susana Díaz es una pésima gestora. Yo le puedo reconocer algunos atributos políticos, pero el de la gestión no está entre ellos. Desde que Susana Díaz gobierna, la sanidad y la educación han empeorado y Andalucía no ha conseguido atraer inversiones ni extranjeras ni nacionales. Esto tiene mucho que ver con su manera de gobernar. También es necesario recordar que ha dedicado la mitad de la legislatura a una ambición personal: irse a Madrid para ser la secretaria general de los socialistas españoles. Y volvió a Andalucía cuando no le quedó otra alternativa una vez que perdió las primarias estrepitosamente ante Pedro Sánchez.

-El PP se presenta a los comicios como alternativa. Sin embargo, en todo este tiempo el centro derecha no ha logrado la fuerza ni ha encontrado los apoyos suficientes para desalojar a los socialistas del gobierno de la Junta. ¿Por qué hemos de creer que ha llegado el momento de cambio?

-Básicamente por lo que detectan las encuestas. También porque en la calle se nota. En los recorridos por Andalucía mucha gente se me acerca, algunos votantes del PSOE, para contarme casos personales de demora de cuatro meses en pruebas médicas, etc. Existe un malestar mayoritario entre los andaluces, que consideran necesario cambiar. No hay otro momento mejor ahora porque hay una posibilidad de bloque de cambio con el único partido con el que podríamos entendernos, que es Ciudadanos.

-Usted se ha comprometido a iniciar en Andalucía una «revolución fiscal», ahora presentada como «bajada masiva de impuestos». ¿Con qué finalidad quiere implantar este modelo? ¿Cuáles son las claves?

-La finalidad de este modelo es equiparar a Andalucía con Madrid, que es la comunidad que más nivel de renta ha generado en los últimos 15 años. De hecho, muchos empresarios censan o localizan sus empresas en Madrid porque consideran que hay un entorno fiscal atractivo. El PP lo que va a hacer es, de manera progresiva en los próximos cuatro años, igualar la fiscalidad de Andalucía a la de Madrid: impuesto de sucesiones bonificado al 99%, bajada del impuesto de transmisiones, bajada del impuesto de actos jurídicos documentados al 0,1%, y bajada de tasas y precios. En definitiva, lanzamos un mensaje a los empresarios españoles e internacionales de que Andalucía está abierta a la inversión. No puede ser que una comunidad con el 20% de la población española solo haya sido capaz de atraer el 1,8% de la inversión extranjera productiva. Si queremos crear 600.000 puestos de trabajo en cuatro años, hay que abrir Andalucía a la inversión. Creo que Andalucía es más competitiva que Madrid, más atractiva, y lo que hará el PP es facilitar las cosas para que lleguen decenas de miles de millones de euros en forma de inversión.

-¿Contempla también su programa una «revolución» para mejorar o ampliar los servicios sociales en la comunidad?

-Andalucía tiene un problema de falta de ambición y de parálisis en la gestión de la sanidad, la educación y los servicios sociales. El PP lo que quiere es reorganizarlos. ¿Cómo? En primer lugar dándole el papel a los profesionales. A los sanitarios, por cierto, los que menos cobran de España por decisión de la Junta, vamos a darle su sitio. No quiero políticos, ni del PP ni del PSOE ni de ningún otro partido al frente de la gestión sanitaria y educativa en Andalucía. Son los profesionales los que deben tener liderazgo clínico y los profesores, los que organicen la educación. El PP hará el plan de inversiones necesario para intentar poner a la comunidad en la media española en estos aspectos. Andalucía está ahora 700 euros por debajo en inversión por alumno y es la comunidad que menos invierte en sanidad por habitante.

-La cita electoral es andaluza, pero el trasfondo, nacional. Pablo Casado o Juanma Moreno, ¿quién se juega más políticamente en estas autonómicas?

-Los andaluces, que se juegan o avanzar hacia un futuro mejor para sus hijos o quedar paralizados y anclados con el socialismo de cuarenta años. Para el PP es muy importante esta cita electoral porque Andalucía es la comunidad donde viven más españoles. En consecuencia, estas elecciones tienen gran relevancia en clave interna para el partido.

-Casado y Rivera están peleando por el mismo espacio político. ¿Andalucía se ha convertido en el campo de batalla por el centro derecha?

-Del centro derecha y también de la izquierda, donde compite Adelante Andalucía con el PSOE. Hay cuatro formaciones políticas consolidadas que, evidentemente, pueden generar dos bloques. El 2 de diciembre pueden pasar dos cosas en Andalucía: o con el liderazgo del Partido Popular hay un bloque de cambio o un gobierno socialcomunista de la mano del PSOE y Adelante Andalucía. Esas son las dos alternativas. Las mayorías absolutas están en vías de extinción en Andalucía.

-En las últimas elecciones generales, 1.423.000 andaluces votaron al Partido Popular. ¿Será difícil mantener esta confianza del electorado ahora, cuando no está Rajoy ni gobiernan en Madrid los populares?

-Para el Partido Popular siempre ha sido difícil mantener los resultados de las elecciones generales en las autonómicas. Es curioso, pero históricamente el PP ha tenido un gap (brecha), pues una parte de nuestro electorado, que en el ámbito local y de las generales vota, responde, en el ámbito de lo autonómico, no. Esta situación se cumple como una tradición sea quien sea el candidato. Ahora queremos decirle a los andaluces que nos dieron la confianza con su papeleta hace dos años y propiciaron una victoria en Andalucía que la vuelvan a coger, porque aquí nos jugamos mucho y el voto útil será más esencial que nunca. Cualquier voto que vaya a otra formación política, y no al PP, es un voto que no propiciará los cambios que la mayoría quiere.

-Será difícil gobernar para cualquier partido si no hay mayoría absoluta. En el abanico de la pluralidad habrá necesariamente que alcanzar acuerdos. Con una mayoría aritmética de PP y Ciudadanos, ¿se podría dar por seguro el bloque de cambio?

-Por seguro, no. Porque Ciudadanos es un partido político que ha demostrado que tiene una preferencia por el PSOE. Lo demostró Rivera en el primer intento de acuerdo que hizo con Pedro Sánchez, a finales del 15, y lo ha demostrado Marín después de decir en la campaña andaluza del 2015 que no iba a pactar con el PSOE y después hacerlo. No tengo garantías, pero estoy convencido que, si el PP consigue que haya una mayoría parlamentaria, aritmética, con Ciudadanos, a este partido le va a ser muy difícil, sobre todo al nacional, pactar otra vez con el PSOE sabiendo que hay elecciones autonómicas, locales y generales a la vuelta de la esquina.

-Vamos a otro escenario. Marín y Rivera aseguran por activa y por pasiva que Ciudadanos no dará su apoyo a Díaz. ¿Es una respuesta a los acuerdos del PSOE, en Madrid, con Podemos y los independentistas, y al rechazo que le producen? ¿Terminará pactando Ciudadanos, en Sevilla, con el PSOE si suman mayoría aritmética?

-Es una respuesta táctica. Ciudadanos tiene miedo a que muchos votantes, decepcionados desde 2015 cuando Juan Marín dijo que sería traicionar a sus votantes pactar con el PSOE y, al final lo hizo, no les den ahora la papeleta. Ciudadanos está intentando asegurar por todas las vías que no va a volver a pactar con el PSOE. La mitad del grupo parlamentario de Ciudadanos en Andalucía procede del PSOE y, por tanto, tienen una tendencia natural a pactar con los socialistas. Si pueden, lo harán. La única posibilidad de que no pacten será que el PP crezca y, en consecuencia, permita una mayoría parlamentaria que impida el acuerdo entre el PSOE y Ciudadanos.

-El paro es la principal preocupación de los andaluces. ¿Qué medidas concretas plantea el PP para potenciar el empleo?

-Para crear empleo hacen falta dos cosas fundamentales: generar inversiones y disponer de una población preparada. Si no viene dinero para construir hoteles, levantar una industria o desarrollar infraestructuras, es muy difícil crear puestos de trabajo. Con nuestra bajada masiva de impuestos pretendemos abrir Andalucía a que sea una gran captadora de inversión. En educación tenemos que lograr mayor calidad y, especialmente, apostar por la formación profesional. En los últimos cuatro años, con Susana Díaz de presidenta, 125.00 jóvenes no han podido optar a la plaza de FP que querían. Eso es condenar a millares de jóvenes a no tener trabajo porque no tienen instrumentos y abandonan precipitadamente su formación. Por tanto, vamos a ofertar plazas de FP dual que les permitan acumular experiencia en sectores productivos nuevos y, en consecuencia, faciliten a los jóvenes incorporarse al mercado laboral. También tenemos que evitar la fuga de talentos. En Andalucía cada año se nos van miles de personas, jóvenes sobre todo, que no encuentran aquí oportunidades laborales.

-Acaba de presentar un programa para Andalucía con 500 páginas de contenido. ¿Cuáles son las propuestas estrella?

-La parte económica y fiscal. La revolución fiscal para que Andalucía tenga la misma fiscalidad que Madrid es una propuesta novedosa, sin precedentes en España. El compromiso personal de crear 600.000 puestos de trabajo en cuatro años. El cambio en materia de infraestructuras. Haremos un paquete de medidas, con colaboración público-privada, para sacar del olvido muchas de las obras que están inconclusas, como la autovía del Olivar, o de las redes que están olvidadas y hay que poner en marcha.

-¿Cuáles son las prioridades más urgentes a desarrollar para mejorar el crecimiento de Andalucía?

-La primera decisión que voy a tomar, porque es de justicia para los andaluces y un toque de atención a los mercados e inversores, es eliminar el impuesto de sucesiones y donaciones. Eso lo voy a hacer en el primer Consejo de Gobierno. Será un revulsivo. Inmediatamente después vamos a desregularizar, a eliminar trabas administrativas y burocrática para hacerle fácil el camino al inversor y al ciudadano en la relación con la Administración. Nos han llegado miles de quejas de ciudadanos que encuentran un muro en la Junta de Andalucía. El Partido Popular hará que ese muro se convierta en una puerta para que entren los ciudadanos a interactuar con la Administración andaluza.

-¿Tiene alguna propuesta concreta para Córdoba?

-Córdoba necesita y rápido atraer inversiones. Córdoba es una de las tres provincias andaluzas que sufre el problema de la despoblación, especialmente en la zona norte de la provincia. Córdoba está situada en el centro de Andalucía, en un lugar estratégico, cruzada por redes viarias y ferroviarias principales. Para el centro logístico, al que Susana Díaz ha prometido tanto y no ha movido un solo dedo para que se consiga, el Partido Popular hará una apuesta seria, con la colaboración pública-privada, para hacer una inversión en profundidad en materia de recursos para que Córdoba sea un gran centro logístico que genere riqueza y actividad. En Córdoba hacen falta centros de investigación, desarrollo e innovación tecnológica agrícola para que pueda derivarse a los sectores productivos. El Partido Popular también promocionará al cien por cien los productos de Córdoba, que son de primera calidad y, sobre todo, de la excelencia de la ciudad porque Córdoba puede multiplicar por tres los ingresos económicos en materia turística. Eso significa que tiene que elaborarse un plan estratégico específico, con la implicación de los profesionales y las instituciones, para que, poniendo dinero de la Junta, situemos a Córdoba en el centro de la atención turística. En definitiva, un turismo que deje más dinero aquí. Córdoba lo tiene todo. Hay muy pocas ciudades con tanta historia y creo que hace falta promoción internacional para elevar el nivel.

-En Córdoba lidera la candidatura José Antonio Nieto. ¿Es una garantía para asegurar los votos?

-De todos los posibles candidatos que teníamos en la provincia de Córdoba, José Antonio Nieto tenía el mejor perfil: alcalde de la ciudad con mayoría absoluta, ganó las últimas elecciones municipales, ha sido secretario de Estado de Seguridad, y es una persona muy conocida, valorada y apreciada. Por tanto, era el candidato idóneo. Agradezco a José Antonio Nieto su generosidad al aceptar el reto de capitanear la candidatura en una provincia que considero estratégica. Creo que el 2 de diciembre nos vamos a llevar una agradable sorpresa en Córdoba.