La SEPI fracasa en la venta de las oficinas de su fundación en el centro de Madrid y planea una nueva subasta

La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) no logra vender las oficinas de su propia fundación en Madrid. La empresa titular de las participaciones estatales en empresas españolas lanzó el pasado mes de mayo una subasta para desprenderse de la planta tercera en el número 2 de la céntrica calle madrileña Quintana, en Chamberí, pero el proceso se ha cerrado sin éxito.

En concreto, esta planta de uso catastral como oficinas, cuenta con 668 metros cuadrados construidos, a los que hay que sumar 107 metros cuadrados de zonas comunes. El activo, según las condiciones de la licitación, salió a subasta a 2,269 millones de euros, casi a 3.400 euros por metro cuadrado, solo teniendo en cuenta la superficie de la planta. Sin embargo, el precio no despertó interés entre los inversores.

Ahora, la SEPI ha rebajado un 24% sus expectativas y el precio de salida en la segunda subasta de la antigua sede de su fundación es de 1,718 millones de euros, por debajo de los 2.600 euros el metro cuadrado. Desde la empresa pública solo señalan que "la licitación quedó desierta, motivo por el que se vuelve a licitar con nuevas condiciones" y que "la venta obedece al objetivo de mejorar la eficiencia en el uso del conjunto de inmuebles de la Fundación".

Los inversores cuentan con mes y medio para realizar sus pujas, que serán en sobre cerrado, adjudicándose directamente al mejor postor. La fecha límite para presentar ofertas es el próximo 23 de febrero, antes de medianoche, después de que fuese publicada la licitación en el pasado 9 de enero.

El edificio donde se ubica el activo en subasta fue construido en 1981, pero la Fundación SEPI la tiene escriturada a su nombre desde 2012, según figura en la nota simple del activo. Además, en 2021, la Comunidad de Propietarios del edificio acordó prohibir el uso de cualquier inmueble como alojamiento turístico, una decisión que fue elevada ante Notario.

Apetito por convertir oficinas en 'flex living'

En los últimos meses, como consecuencia del empeoramiento para el acceso a la vivienda en las principales ciudades españolas, numerosos inversores se han lanzado a transformar edificios de oficinas en desuso en viviendas o alternativas habitaciones. Muchos de estos proyectos chocan con la legislación urbanística, que impide construir viviendas sobre suelos terciarios, pero, en algunos casos, sí permite su reconversión en alojamientos flexibles o de media estancia.

Según el informe '

', elaborado por EY, solo en la capital podrían reconvertirse 1,8 millones de metros cuadrados de superficie edificada de oficinas que, de ser reposicionada a residencial, podría suponer la construcción de 20.000 unidades residenciales.

En el caso de la subasta de la SEPI, un potencial inversor podría transformar las oficinas en alojamientos temporales para estudiantes o jóvenes profesionales, como un '

', caracterizado por tener habitaciones individuales y unas zonas comunes donde convivir, algo que no prohíbe expresamente el acuerdo en la Comunidad de Propietarios.