Cinco años después del inicio de la crisis, la recesión de la economía española corre el riesgo de enfilar una tercera recaída. El Instituto Nacional de Estadística (INE) adelantó ayer que el producto interior bruto (PIB) retrocedió el 0,7% en el cuarto trimestre del año respecto al trimestre anterior, más del doble de lo que había caído en el tercero (el 0,3%).

El retroceso trimestral del 0,7% es una décima superior al que había anticipado el Banco de España el miércoles pasado y es el más intenso desde el segundo trimestre del 2009, en el momento más agudo de la crisis internacional. En el conjunto del 2012 la economía española perdió el 1,37% (-1,4% en números redondos) después de haber crecido el 0,42% en el 2011.

El retroceso del 1,4% es algo menos intenso del -1,5% que había previsto el Gobierno, y eso es una buena noticia. La cara negativa es que el deterioro creciente con el que acabó el 2012 hace temer que el 2013 pueda ser mucho peor de lo que dice el Gobierno en términos de recesión. El Gobierno mantiene su previsión de una caída del PIB del 0,5% en el 2013, muy lejos del -1,5% que pronostican la mayoría de los analistas y organismos internacionales.

A finales del 2012, el aumento del desempleo y la caída de las rentas salariales acentuó la caída de la demanda interna. El sector exterior sólo pudo "compensar" parcialmente la caída de la demanda interna, según subrayó ayer el INE, en un entorno en el que la recesión europea está haciendo mella en las exportaciones españolas.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, se refirió ayer al cuarto trimestre del 2012 como "el peor trimestre de la economía española desde que cayó en recesión en el tercer trimestre del 2011", tal como atestiguaron los datos de paro conocidos la semana pasada. Según De Guindos, hay datos económicos que apuntan que España va "por el buen camino", como los de la balanza exterior.

La Fundación de las Cajas de Ahorros, Funcas, estimó ayer que en el 2012 el déficit público fue equivalente al 7,3% del PIB (el 8,3% si se incluyen las ayudas a la banca), un punto por encima de la previsión del 6,3% como consecuencia de la desviación de los sistemas de pensiones y de desempleo y de las cuentas de las comunidades.

Para el 2013, Funcas estima que el déficit se situará en el en el 5,6% del PIB, 1,1 puntos porcentuales por encima del objetivo vigente, por la desviación del 2012 que se arrastrará este año y por las diferentes previsiones macroeconómicas de partida. Pese a todo, Funcas aconseja no ir más lejos. "Forzar más la máquina provocaría un impacto restrictivo excesivo sobre el crecimiento de la demanda agregada y del empleo", escribe el director de coyuntura y estadística de la fundación, Angel Laborda.