La tragedia griega, entendida como estilo teatral de la Grecia clásica, tenía una rígida estructura. En el prólogo, se informa del pasado del héroe del que vamos a presenciar la caída y se explican los motivos del castigo. Tras el párodos, comienzan los episodios, en los que se sucede la historia, puntuada por los cantos del coro, que reflejan las ideas del autor. En el éxodo, el héroe reconoce su error y recibe el castigo merecido.

Sustituyan héroe por la Grecia moderna y coro por UE, y comprobarán que el mundo evoluciona a paso cansado. La única duda es si, como en algunas tragedias, el protagonista va a ser penado con la muerte por los dioses o duramente castigado.

De momento, no parece que hayamos llegado al desenlace de esta tragedia. La aprobación por parte del Parlamento heleno de los ajustes impuestos por la troika para acceder a los 130.000 millones de euros del segundo rescate son un avance, pero en mayo o junio podría haber otro recrudecimiento de la situación del país, decía ayer Saxo Bank.

El optimismo comprador de las primeras horas de la jornada se fue disipando según se hacía evidente que aún quedan aspectos por cerrar, como los 325 millones de ajuste adicional que Grecia debe concretar para acceder a la ayuda. Pese a que el resto de bolsas europeas subieron el 0,5%, el Ibex 35 cerró con un ligero retroceso del 0,1%, hasta los 8.788,3 puntos, mientras que la prima de riesgo se relajó, hasta los 333 puntos. Veremos qué marca el sino de los héroes.