"El del petróleo es un negocio en declive. El primer objetivo de una petrolera es conseguir reemplazar lo que ha extraído durante el año y luego, si puede, aumentar la producción", explica el representante de una gran compañía del sector. Lo cierto es que el petróleo tradicional, el que se obtiene con la perforaciones de grandes bolsas y acumulaciones de esta materia prima, será cada vez más difícil de obtener, porque tiende a agotarse.

Pero las nuevas tecnologías y adelantos en el campo de la prospección y extracción abren nuevas posibilidades de lograr crudos que, hace años, hubiera sido antieconómico producir. Entre ellos está el último hallazgo de Repsol en el yacimiento de la Vaca Muerta, en la provincia argentina de Neuquén.

Además de suponer el mayor descubrimiento de la historia de la petrolera puede significar un salto cualitativo para la compañía. De unas reservas actuales de unos 2.000 millones puede sumar otros 1.000 millones de barriles solo con las prospecciones iniciales. Se trata de un área de 12.000 kilómetros cuadrados, por lo que el potencial de barriles puede multiplicarse.

No convencionales

¿Qué tiene de especial? Además de ser un crudo de elevada calidad, se obtiene de la denominada roca madre, donde nacen los hidrocarburos. Se han bautizado como petróleos no convencionales, y ganarán protagonismo. Se encuentran en rocas poco permeables o son petróleos de elevada viscosidad que requieren una tecnología especial para su extracción.

Suponen una fuente de nuevos recursos, porque están en yacimientos que se daban por agotados y se estima que cuentan con grandes volúmenes de crudo. "Para extraerlos se deben emplear nuevas técnicas no convencionales, para liberar los hidrocarburos o para reducir su viscosidad y que así fluyan hacia los pozos", afirman en Repsol.

Por ello los expertos consideran que "el petróleo barato será cada vez más difícil" y su cotización se afianzará por encima de la barrera de los 100 dólares por barril. Las perspectivas de demanda así lo indican. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) advirtió esta semana que "el mundo se encamina a un futuro energético insostenible" con graves consecuencias.

Por eso reclama un cambio de timón en las políticas adoptadas para superar las ineficiencias de la producción y se apuesta por invertir en eficiencia energética y en tecnologías bajas en carbono. La situación actual podría llevar "a corto plazo" el barril hasta los 150 dólares. La AIE avisa de que la demanda diaria de barriles pasará de los 87 millones actuales a los 100, y casi toda provendrá de economías emergentes, si no se remedia esa tendencia, según el organismo.

En la actualidad, Arabia Saudí atesora el 19,1% de las reservas mundiales de petróleo y es el segundo productor, solo superado por Rusia. Los principales consumidores son, en cambio, EEUU, que absorbe la quinta parte del crudo mundial, y China, que se bebe la décima parte.

Pero los avances en el campo de la prospección pueden cambiar las cosas y que las materias primas estén más cerca de los grandes consumidores. Es lo que sucede con el denominado gas no convencional, como por ejemplo el shale gas o gas pizarra, llamado así por hallarse adherido a este tipo de roca. El lendakari vasco Patxi López anunció no hace mucho que el subsuelo de Alava cuenta con ese combustible, que podría permitir el autoabastecimiento de esa comunidad autónoma.

Primer poseedor

EEUU es ya el primer poseedor de reservas de este gas, China, el segundo y Argentina, el tercero, según un informe del Departamento de Energía de la primera potencia mundial. También Canadá juega fuerte en esta liga energética. Y no es de extrañar este interés porque, según los expertos, EEUU puede pasar de ser importador neto de hidrocarburos a ser casi autosuficiente.

Los crudos y gases no convencionales tienen otra ventaja: diversifican geográficamente el abastecimiento de los combustibles fósiles. Las reservas de crudo están concentradas en zonas muy inestables del planeta, e igual sucede con el gas. "Las reservas declaradas siguen estando en los mismos sitios, pero la tecnología abre nuevas oportunidades", explica la representante de una gran petrolera.