El Gobierno quiere negociar con los agentes sociales un plan para aflorar la economía y el empleo sumergido en el país con el fin de contribuir a sanear las cuentas públicas y no descarta adoptar, para ello, alguna iniciativa de amnistía fiscal o perdón de cotizaciones sociales. El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, anunció ayer que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, llevará hoy el compromiso de un plan de "afloramiento" de la economía sumergida a Bruselas, donde los líderes europeos intentarán avanzar en el Pacto del Euro.

"España no acudirá con las alforjas vacías" a la cita de Bruselas, dijo Valeriano Gómez. Sino que llegará con una docena de reformas, algunas de ellas ya aprobadas (como la laboral y la del sistema de pensiones), otras en marcha (como la del sector financiero) y otras sin finalizar, como la de la negociación colectiva, la nueva ley concursal o el proyecto legal sobre servicios profesionales. También se hablará de nuevas reglas de gasto y de disciplina presupuestaria, aún sin concretar.

En este contexto, Valeriano Gómez se refirió al compromiso del Gobierno de negociar con los agentes sociales un pacto para aflorar el empleo no declarado con el fin de "estimular las finanzas públicas" y "mejorar" las cuentas del Estado. El ministro no quiso anticipar detalles de lo que pretende ser "un plan importante". Al ser preguntado sobre si será preciso adoptar medidas de "perdón" para convencer a los defraudadores, Gómez admitió que habrá que hacer una "mezcla sabia" de este tipo de iniciativas y de otras.

PLANES SIMILARES EN LA UE Según dijo, "la mayoría de países europeos" adoptarán algún plan similar. En contra de la idea de que la actividad sumergida es mayor en los países mediterráneos, Gómez aseguró que la de España "no es mucho más elevada que la alemana o la sueca".

El ministro compareció ayer ante los medios de comunicación tras la reunión celebrada en la Moncloa entre el presidente del Gobierno y los líderes sindicales de UGT y CCOO, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, previa a la trascendente cumbre europea de hoy y mañana.

PRORROGA DE LA NEGOCIACION En las manos de UGT y CCOO y de la patronal CEOE, fió Zapatero el objetivo de pactar una reforma de la negociación colectiva importante, que debía estar lista el 19 de marzo pasado (según el plazo legal marcado) y que iba a permitir al presidente español acudir a la cumbre del Pacto del Euro con una reforma económica potente. Méndez y Toxo explicaron ayer a Zapatero la marcha de las conversaciones y, aunque consideraron que "el acuerdo es posible", plantearon la necesidad de seguir negociando "hasta mediados de abril" para superar los escollos existentes. "Merece la pena esperar unos días para lograr una reforma consensuada", aceptó el ministro de Trabajo, si bien no se puede dar "todo el tiempo del mundo", matizó.

Los "escollos" pendientes de superar con la patronal, según Toxo, se refieren al papel de los trabajadores en la negociación de medidas de flexibilidad interna en las empresas y a los mecanismos para acabar con la llamada "ultraactividad" de los convenios (situación de prórroga indefinida de los convenios).

DISCIPLINA PRESUPUESTARIA Queda por saber qué medidas adicionales de disciplina presupuestaria asumirá el Estado, en particular sobre las comunidades autónomas, con serias dificultades para reducir su déficit.

El vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, admitió ayer que en el marco del Pacto del Euro se podrían adoptar "algunas decisiones sobre el control de gasto y deuda de los Estado" que pueden hacer necesarios "pequeños cambios en nuestra legislación". Asimismo, durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso, Rubalcaba propuso al PP aplicar techos de gasto en las comunidades donde gobiernen cada uno.