Los sindicatos y la patronal han intensificado sus contactos con el fin de sentar las bases para un preacuerdo sobre negociación colectiva antes de que venza el ultimátum dado por el Gobierno. El objetivo de las dos partes es forzar la máquina para consensuar un documento político que recoja los puntos de acuerdo en la reforma de los convenios colectivos con el que acudirían a la reunión convocada por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero el próximo miércoles.

En ese documento que se está negociando se recogerá la filosofía de la nueva estructura de los convenios y la coordinación de materias entre los pactos sectoriales y los de empresa, así como las soluciones para que las compañías tengan más herramientas de flexibilidad organizativa con las que hacer frente a problemas coyunturales, según indicaron fuentes de la negociación.

MAS PACIENCIA Con este preacuerdo, los interlocutores sociales pedirán a Zapatero más dosis de paciencia para el desarrollo técnico y la redacción de los cambios que introducirá la reforma, que prevén como un proceso "complejo". Los líderes de CCOO y UGT coincidieron ayer en advertir de que la conclusión de la reforma requerirá alargar la negociación hasta abril probablemente. El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, recordó al Ejecutivo que "no está en la mesa" y advirtió de que no puede entrar en la negociación como "un elefante en una cacharrería".

Cándido Méndez, de UGT, afirmó que la negociación es compleja, pero pidió al Gobierno que no se ponga "nervioso" porque los ritmos de la negociación los ponen los sindicatos y la patronal para llegar a un acuerdo eficaz "a diferencia de lo que ocurrió con la reforma laboral".