La situación del sistema financiero mundial ha mejorado de forma sustancial en los últimos 12 meses. El problema es que venía de un punto de partida tan dramático que ni siquiera esa mejora ha sido suficiente para que se pueda dar por consolidada su recuperación. Así lo advirtió ayer el Consejo de Estabilidad Financiera, organismo al que el G-20 ha encargado analizar y alertar de los riesgos macroeconómicos y financieros globales, así como adoptar medidas en materia de regulación y supervisión para combatirlos.

Mario Draghi, presidente de esta institución y del Banco de Italia, apuntó en Basilea (Suiza) que los mercados financieros están en una situación "mucho mejor" de lo que era previsible esperar hace un año. Un avance, explicó, que ha sido posible en gran medida gracias a las medidas extraordinarias adoptadas por las autoridades.

PELIGRO LATENTE "Los bancos han podido aumentar su capital, su rentabilidad ha mejorado, así como sus condiciones de liquidez y financiación", apuntó. Pero al mismo tiempo, matizó, persiste una "fragilidad sustancial en el sistema", debido a que las entidades y los gobiernos afrontarán unas necesidades de refinanciación "realmente muy importantes" en los próximos años.

Draghi explicó que la recuperación económica favorece el fortalecimiento de las condiciones de los mercados financieros. Pero ello, añadió, ha llevado a las entidades a caer en un optimismo excesivo. "La situación general es mucho mejor de lo que era de esperar hace un año, pero al mismo tiempo no es tan buena como el mercado piensa", avisó.

POLITICAS DE RIESGO La memoria de los banqueros es corta y algunos, apuntó, "están de nuevo asumiendo posiciones de riesgo", y por ello es necesario que sus retribuciones cambien y eviten este tipo de prácticas. Deben tener en cuenta, indicó, que la recuperación todavía no es sólida. Además, explicó, los importantes flujos de capital hacia las economías emergentes, y la apreciación excesiva de activos que ello supone, podrían crear nuevas burbujas.

Draghi lanzó estas advertencias tras la reunión plenaria bianual del Consejo --del que forma parte el Banco de España y otra gran cantidad de autoridades financieras-- en el Banco Internacional de Pagos. Un encuentro al que han sido invitados muchos de los principales banqueros del mundo, a través de la organización que los representa, el Instituto Internacional de Finanzas.

El Consejo presentó en marzo al G-20 sus conclusiones preliminares sobre las retribuciones del sector y apuntó la necesidad de dirigir las medidas de apoyo a recuperar el crédito a las pymes.