La nueva dirección de Inoxcrom planteó ayer a los sindicatos aumentar el recorte de plantilla con 50 despidos más, a través de bajas voluntarias, que se sumarán a los 105 del expediente de regulación de empleo (ERE) ejecutado en junio. El nuevo plan afectará sobre todo al área de producción de una fábrica de bolígrafos en Barcelona, que ya ha sufrido fuertes recortes debido a la crisis y al traslado de fabricación a China.

El anuncio realizado ayer por Salvador Clotet, propietario del 80% de Inoxcrom, se produce después de que el departamento de Trabajo de la Generalitat aprobara un ERE de forma parcial al rebajar la cifra de 130 despidos solicitados a 105, por considerar que es el número más ajustado al volumen de producción de la planta. El plan de viabilidad prevé nuevas subcontrataciones de productos.