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La Administración del Estado recortará en 1.500 millones de euros sus gastos de funcionamiento del 2009, con lo que el Gobierno pretende ganar margen para compensar el fortísimo incremento del gasto en prestaciones por desempleo ahora que se admite que el número de parados puede superar la cifra de cuatro millones de personas.

El recorte del gasto corriente, como muestra de austeridad, fue el único anuncio concreto que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, llevó ayer al debate monográfico sobre la crisis económica en el Congreso de los Diputados. El recorte se aplicará a todos los ministerios y partidas, salvo a las retribuciones de los empleados públicos y la protección social.

Zapatero se comprometió a "mantener e incrementar" la cobertura de la prestación por desempleo, "sea cual sea el número de parados que alcancemos". Diferentes cálculos auguran que el número de parados sin prestación por desempleo llegará a 1,5 millones de personas en la primavera. En el documento que ha llevado el Gobierno a la mesa de diálogo social con empresarios y sindicatos, el Ejecutivo calcula que el gasto en la prestación por desempleo llegará este año a 30.000 millones de euros, entre 10.000 y 11.000 millones por encima de lo presupuestado. El ahorro de 1.500 millones en gasto corriente anunciado ayer por Zapatero debe ayudar a cubrir ese desfase presupuestario pero es claramente insuficiente, lo que augura más déficit público.

REBAJA DE COTIZACIONES Tras oír las propuestas, sobre todo de CiU, de estimular el empleo mediante bonificaciones en las cotizaciones a la Seguridad Social, el presidente se limitó a decir que le interesaban tales propuestas y se mostró dispuesto a "hacer algún esfuerzo singular, de acuerdo con los agentes sociales", con la condición de "preservar la buena salud" del Seguro.

El Gobierno ha propuesto en la mesa de diálogo social crear un nuevo contrato para trabajadores en paro en el que la empresa pueda beneficiarse de una bonificación en las cuotas equivalente al gasto en prestaciones por desempleo a que tendría derecho esta persona. El rechazo a esta propuesta formulado por el líder de UGT, Cándido Méndez, pudo ser determinante para que Zapatero no la citara ayer.