El Betis adjudica al cordobés Rafael de la Hoz y la empresa Gensler el diseño del nuevo Benito Villamarín

La candidatura conjunta del arquitecto cordobés y del estudio estadounidense llevará a cabo la reforma del estadio verdiblanco

Imagen virtual de lo que sería el campo del Real Betis tras su remodelación.

Imagen virtual de lo que sería el campo del Real Betis tras su remodelación. / REAL BETIS

EFE

El Real Betis ha adjudicado al proyecto conjunto del cordobés Rafael de la Hoz y del estudio estadounidense Gensler el diseño del nuevo estadio Benito Villamarín, cuyas obras se presupuestaron en un principio en unos 70 millones de euros y está previsto que comiencen el próximo verano, anunció este jueves en un comunicado el club.

El proyecto de De la Hoz (Córdoba, 1955) y Gensler, estudio que ha diseñado estadios de última generación como el BMO de Los Ángeles, el Q2 de Austin o el Snapdragon de San Diego y otros de referencia en la NBA, ha sido elegido por el consejo de administración del Betis como ganador del concurso internacional de arquitectura convocado el pasado marzo por el club sevillano.

A este concurso para el diseño de la nueva grada de Preferencia, la única que queda de la reforma que se le hizo al campo para el Mundial de España de 1982, y la actuación sobre elementos exteriores e interiores en Fondo y Gol Norte y Sur, la cubierta y la ordenación urbanística y comercial de toda la parcela se presentaron treinta propuestas, de las que siete pasaron a la fase final, dentro del Plan Estratégico 2022-26 de la entidad.

Un aforo futuro de 60.379 espectadores

El nuevo Villamarín contará con un aforo de 60.379 espectadores tras la demolición y construcción completa de la grada de Preferencia, que tendrá una capacidad para 15.745 asientos (11.533 de grada regular, 4.023 premium y 180 de palco presidencial), mientras que el resto (Gol Norte y Fondo, inauguradas en 2000, y Gol Sur, estrenada en 2017), no serán demolidas.

Estas tres últimas, sin embargo, experimentarán "cambios significativos que impactarán en el confort y experiencia del aficionado" dentro de un proyecto que incluye la instalación de una cubierta sobre las cuatro gradas y una "nueva fachada que cambiará por completo la imagen actual con una estética arquitectónica que envolverá el estadio en las trece barras del escudo", según la nota.

La instalación contará con 4.436 entradas premium, un 7,3 % del total, y de ellas un 30 % serán modelo VIP ('hospitality privado') y un 70 modelo Club ('hospitality compartido'), aunque el diseño tiene en cuenta un aumento, en casos de mayor demanda, de estas zonas, que se podrán usar tanto los días de partidos como para eventos de empresas.

Una obra clave en el futuro del club

El Betis calificó como "clave en el crecimiento del club" este proyecto, que convertirá "la casa de los béticos en uno de los recintos futbolísticos de referencia en el panorama nacional y un nuevo icono de la ciudad de Sevilla", además de que "multiplicará los ingresos de la entidad con un nuevo concepto de estadio, mucho más abierto, moderno y que permitirá aumentar la actividad comercial" de la entidad durante todo el año gracias a sus "múltiples espacios de calidad".

Su diseño potenciará la oferta de entretenimiento y restauración en los días de partido, antes, durante y después de ellos, y también durante los días sin actividad deportiva convirtiéndolo en un gran centro de ocio y de eventos, con un auditorio de 450 butacas, además de en un importante punto de interés turístico en la ciudad, según el club.

"El Estadio, pese al cambio de modelo conceptual, conservará la esencia y el espíritu del Real Betis y su afición, dando su sitio a la historia con la ampliación y mejora del Museo y el Tour, y potenciando la atmósfera y experiencia del aficionado con el aumento del confort y los servicios", explicó el comunicado.

Un campo con zonas para la gastronomía

Además de una propuesta gastronómica con numerosos puntos de venta de comida por todo el recinto y un espacio para servicios de restauración en lo más alto de la grada de Preferencia, el nuevo Benito Villamarín comprende una dotación de espacios públicos de calidad, con una plaza principal con áreas verdes y peatonales, con zonas de ocio y paseo.

También prevé la creación de servicios y equipamientos, como nuevas plazas de aparcamiento subterráneo y espacios comerciales que aumentarán la actividad de la zona durante todo el año; y, como destacó el presidente bético, Ángel Haro, ofrecerá a la ciudad un nuevo edificio icónico que proporcionará un impacto positivo de gran valor a la imagen de Sevilla.

En línea con los valores de la plataforma de sostenibilidad Forever Green del Sevilla, el nuevo estadio será uno de los primeros en Europa que cuente con certificación medioambiental con un diseño enfocado a la optimización energética y su diseño aumenta también las localidades para personas con movilidad reducida, con más de 500 plazas (incluidas las de acompañantes). 

La trayectoria de De la Hoz

Rafael de la Hoz (Córdoba, 1955) cuenta con una amplia experiencia en el mundo de la arquitectura, tanto a nivel nacional como internacional, con más de 500 proyectos repartidos en 20 países, algunos tan emblemáticos como el Distrito Telefónica, la sede central de Endesa y Repsol o la Cámara de Comercio, en Madrid; o la Torre Mohamed VI, en Rabat. También estuvo entre los finalistas del concurso de ideas del Estadio Santiago Bernabéu o del King Fahd National Stadium, de Riad.

Para el arquitecto Rafael de la-Hoz se trata de "una gran oportunidad" de vincular "un recinto mítico" con el espacio público de una "ciudad legendaria". "Llevábamos tiempo esperando la oportunidad de trabajar en un estadio urbano y lo hemos conseguido en el mejor de los escenarios posibles, vinculando socialmente un recinto deportivo mítico como el Benito Villamarín con el espacio público de una ciudad legendaria como Sevilla", apuntó. 

"Éste no es solo un proyecto de transformación de un estadio para convertirlo en una infraestructura de vanguardia, sino, además, un proyecto de inserción urbana en un entorno como la Avenida de La Palmera y el barrio de Heliopolis. Todo ello lo hace especialmente interesante", continuó el arquitecto.