A Rafael Jaén Carmona (Córdoba, 1948) le toca abrir una etapa distinta tras cerrar otra, la que le ha tenido durante 54 años al frente de un club emblemático: el Deportivo Córdoba. Insiste en que agotó las opciones para dar continuidad al proyecto, pero ha resultado "imposible" porque "el fútbol ha cambiado totalmente" y sus estructuras actuales "exigen demasiado" para alguien en su situación. "Son muchos años ya y me estaba quemando mucho", relata el histórico dirigente, cuyos problemas de salud han acelerado un desenlace que "se veía venir" desde hace tiempo. El Deportivo no competirá con sus equipos en la temporada 21-22 y La Asomadilla queda vacía.

Jaén presentó su dimisión como presidente del Deportivo y abrió la puerta a un relevo, pero nadie se presentó para recoger el testigo. Después de buscó la fusión con algún otro club de la ciudad, con el fin de mantener el nombre del Deportivo y el uso de la instalación, pero "no ha sido posible" pese a que "se intentó" con la Escuela de Fútbol Gaspar Gálvez. Las dificultades económicas para el club derivadas de la crisis del covid, la falta de acuerdo para realizar una transición y la situación personal de Jaén le llevaron a tomar una determinación: retirar a los equipos y cerrar el club. "Hablé con mi familia y vimos que era lo mejor que se podía hacer, la única salida ya", indica Jaén, quien asegura sentir cierta "tristeza", pero también "orgullo" por el trabajo de muchos años.

Afirma que su etapa en el fútbol "ha terminado" como dirigente, aunque ahora seguirá "como aficionado" y "disfrutando de mis nietos y de la familia", porque "ellos también han sufrido conmigo" unos años muy complicados y "merecen que les dedique el tiempo". Para el longevo dirigente -"el que más años ha estado, pero no el más edad", solía decir siempre-, el deporte formativo está ahora "muy profesionalizado" y reclama una serie de gastos y requisitos que "convierten el día a día en un trabajo agotador".

El ya expresidente del Deportivo se queda con "los buenos momentos" y "las amistades" en sus años en el club, que "nació conmigo y acabará también conmigo, como me dice mi mujer", asegura. Al mando desde los 18 años hasta los 72, el Deportivo Córdoba se convierte ya en historia tras la marcha de Jaén.