Algunos clubs, entre ellos el Córdoba CF, disponen de todas las pruebas posibles para detectar el virus. El objetivo es que no se convierta en un miembro más del vestuario, como les ha ocurrido a algunos equipos, que aún no debutaron en Liga.

Test de antígenos

Estos test cuestan entre 5 y 15 euros, según la cantidad que se adquiera, y es el que más se utiliza. Generalmente es el elegido cuando la sospecha de contagio no llega al cuarto o quinto día después de un contacto con un posible infectado. Doblemente útil, ya que el resultado se ve en un máximo de 15 minutos desde la extracción capilar de sangre. Muy difícil de conseguir, aunque el Córdoba dispone de una cantidad suficiente.

Test serológicos

Las pruebas serológicas de IGG e IGM ofrecen un resultado fiable después del quinto día de la teórica infección, no antes, ya que el cuerpo necesita un periodo de entre 2 y 4 días para asimilar el virus y producir la respuesta con inmunoglobulina M (IGM) e inmunoglobulina G (IGG). IGG es el valor secundario dentro de la teórica infección, mientras que si esta es aguda dará unos niveles de IGM altos. Ese nivel alto en IGM indica que la infección se encuentra en fase de contagio, mientras que si se aprecian anticuerpos IGG significa que la enfermedad está en fase inicial. Si aparecen ambos, el covid se encuentra en fase de evolución, mientras que si solo da positivo en IGM significa, también, que la infección está en fase de resolución.

PCR

Detecta la infección desde su fase inicial hasta su fase final, aunque con él, por sí solo, no se puede evaluar en qué punto se encuentra el paciente, si está en fase inicial, en evolución o en la recta final de la infección. Necesita, complementariamente, un análisis de anticuerpos. Es la prueba más cara, ya que suele costar unos 130 euros. Es decir, el Córdoba CF gasta unos 4.000 euros semanales cada vez que debe realizar dichas pruebas antes de un encuentro, ya que deben pasarlos tanto la plantilla como cuerpo técnico, así como el resto de la expedición.

Es muy importante combinar los PCR con los test serológicos para un diagnóstico exacto, más allá del positivo o negativo de unos y otros. Un resultado positivo en PCR y negativo en los serológicos se llama periodo ventana, es decir, el tiempo en el cual la infección ya está presente pero los anticuerpos aún no son detectables, mientras que un positivo en PCR e IGM indica un estado temprano de la infección. Cuando los tres valores son positivos (PCG, IGM e IGG), la infección se encuentra en su fase activa y cuando el de IGM da negativo, el paciente afronta el estado final de la infección. Un PCR e IGG negativos, pero con IGM positivo, significa que la enfermedad se encuentra en un estado temprano, con falso negativo, mientras que un PCR negativo con IGM e IGG positivos indica que la enfermedad está en evolución y solo un IGG positivo significa que la infección ya ha sido pasada y curada.

Elisa

Su nombre proviene del acrónimo inglés de prueba de inmunoabsorción reflejado en enzimas. Se utilizaba antes de la pandemia para otras enfermedades, como el sarampión o el sida, aunque la llegada del covid-19 le ha dado una nueva utilidad, también pareja a los test serológicos de anticuerpos IGG e IGM. De hecho, su resultado debe ser confirmado con otra prueba con PCR.