Sonriente, buscando caras conocidas en la sala de prensa con las que compartir una mirada cómplice. Así ha llegado Santiago Solari a su primera rueda de prensa como entrenador del Real Madrid. El nuevo técnico blanco se ha presentado en la previa de su primer partido sin posicionarse demasiado en temas deportivos, sin personalizar en ningún jugador, sin recriminar nada al club y con respeto máximo a Lopetegui, su antecesor. Pero con un mensaje claro construido entorno al coraje y la lucha.

“Estoy dolido, los jugadores también están dolidos, claro. Pero con muchas ganas de revertir la situación. No es una situación fácil, pero en los momentos complicados es cuando sale el carácter”, ha dicho en su primera respuesta. “Mi primer objetivo es ganar en Melilla, la idea es ir allí y jugar con dos cojones”, ha dicho cuestionado sobre sus planes tácticos para solucionar la mala dinámica del equipo.

“No me compete”, ha contestado cortante cuando le ha preguntado sobre su opinión respecto a las humillantes referencias a la calidad de la plantilla entre los motivos de la directiva para despedir a Lopetegui. “He sudado la camiseta hasta la última gota, como muchos otros, algunos que están en el club y otros no. Es una grandeza trabajar en este club”, ha ampliado poco después.

Solari no ha escatimado en elogios a sus jugadores, a los que ha dicho ver fuertes y concienciados para volver a la senda del triunfo. “Es un grupo de campeones, de guerreros. La situación no es la más fácil, pero vi a los jugadores con muchas ganas de ganar”, ha dicho el argentino, que se ha esforzado por quitar trascendencia al carácter temporal de su contratación que especificaba el comunicado del club: “Todos estamos de paso, más aún en este trabajo. Lo importante es el día a día, lo que das en cada minuto de cada partido”, ha comentado en medio de un discurso generalizado sobre la mutabilidad de la vida.

La comparación con Zidane

Llegando desde el Castilla tras una destitución temprana, Solari ha huido de la comparación con Zidane como quien sale corriendo de una casa en llamas. “A Zidane dejémoslo en paz, es una de las figuras más grandes del Madrid, mejor dejarlo tranquilo ahí, en su grandeza y no dedicarnos a comparar a nadie con él”, dijo de forma elocuente.

El otro gran tema de su primera comparecencia era Vinicius, al que ha tenido a su cargo en el filial durante gran parte del inicio de temporada. “Es un jugador más de la plantilla”, ha sentenciado la primera pregunta sobre el brasileño. “Tiene mucho que aprender, pero también mucho que dar, también ahora”, ha puntualizado en la segunda.

Este mismo martes, un día antes de jugar en Copa en Melilla (este miércoles, 19.30 h.) el preparador argentino ha dirigido su primer entrenamiento. En los 15 minutos abiertos para la prensa, a Solari se le ha visto relajado, sonriente, observando con atención el inicio de la sesión sin intercambiar palabras con sus jugadores.

Antonio Pintus, el preparador físico que sobrevivía, en un segundo plano con Lopetegui, desde la etapa de Zidane por deseo expreso de la directiva y los jugadores (Marcelo le dedicó un gol hace menos de una semana, en el partido ante el CSKA), ha vuelto a tomar el mando de los ejercicios de calentamiento y tonificación muscular. El que fuera el grupo de ayudantes de Lopetegui, encabezados por Celades, ha abandonado con el vasco la disciplina madridista y con Solari ha llegado Santiago Sánchez, otro hombre de plena confianza de las altas instancias de la casa blanca, célebre por haber sido la cara visible (el carné de entrenador) en los inicios de Zidane en el Castilla, cuando aún no estaba titulado para ser entrenador en España.

Cinco bajas para Melilla

En la sesión de estreno de Solari no han estado Carvajal y Vallejo, ya lesionados antes del clásico, ni tampoco Varane, Mariano y Marcelo, que terminaron tocados o lesionados en el Camp Nou. Los cinco son baja para jugar la ida de treintaidosavos de la Copa del Rey, junto a otros habituales titulares que tendrán descanso.

El club ha confirmado este martes, de manera oficial, que Varane sufre una lesión en el aductor de su pierna derecha que le alejará casi un mes de los terrenos de juego, y que Mariano tiene un problema en el bíceps femoral, aunque podría volver antes que el defensa. Se unen así a Marcelo, que se tuvo que retirar del campo ante el Barcelona con un tirón en la parte posterior del muslo tras un taconazo. Se prevé que el lateral brasileño estará de baja hasta después del próximo parón de selecciones, a mediados de noviembre.