El Everest. La frente del cielo para los nepalíes. Madre del Universo significa su nombre en chino. Para cualquier montañero, la cima suprema de una carrera deportiva.

Aunque no todos están llamados a coronar su cumbre, es posible disfrutar del Himalaya, sus montañas y su gente, siguiendo la ruta abierta por los alpinistas hasta el campamento base. Un trekking muy exigente físicamente que se inicia a 2.400 metros de altitud, hasta ascender a los 5.600 metros, al pie del techo del mundo.

Es el camino que recorre estos días el biólogo cordobés Rafael Pinilla, que se ha sumado a la expedición organizada por el club vasco Ubietamendi. Una aventura de catorce días, que incluye la ascensión a un seismil, el Island Peak (6.189 metros).

A sus cincuenta años, Pinilla práctica el montañismo desde los 18. Ha ascendido a los picos más altos de la Península. Conoce especialmente Sierra Nevada, con los 3.478 metros del Mulacén. "Disfruto del paisaje, de la flora y de la fauna, para mí los tres grandes atractivos de la montaña", señalaba para explicar su afición a este deporte, unos días antes de partir.

Rafael Pinilla es miembro del club Verticalia de Córdoba, del que también forma parte Ricardo Guerrero, que con José Baena, son los dos cordobeses que coronaron el Everest en el 2008. Antes de partir a Nepal, ha podido conocer de primera mano la experiencia de aquellos, un hito en la historia del deporte cordobés. "Por lo que me han contado, el paisaje del Himalaya es impactante --cuenta Pinilla--. Además, todos los que han participado en alguna expedición hablan del gran ambiente entre montañeros y sherpas, y los vínculos que se establecen".

El trekking en el que se ha embarcado este cordobés estaba previsto para mayo pasado, pero el terremoto que asoló Nepal obligó a suspenderlo. Ahora, aprovecharán para llevar también algo de solidaridad. Tienen previsto visitar un orfanato donde entregarán juguetes y otros artículos para los niños.