Es el mundo de Dani Pedrosa (Castellar del Vallès, 1985). Un mundo construido a su medida, cerrado, suyo, íntimo, personal, donde resulta casi imposible ser considerado uno de los nuestros. Un mundo que no tiene tiempo que perder. Que llega, corre y se va. Que renuncia a cualquier vida social en el interior del paddock. Pero un mundo, eso sí, creado para lograr un objetivo que no llega: el título mundial de MotoGP. Todo lo demás es cero. O casi cero. Y eso que son 12 años en el Mundial, 44 victorias, 111 podios y 3 títulos. Pero, según ellos, pequeños. Y ellos son, como no, Dani Pedrosa y Alberto Puig.

Tres veces subcampeón del mundo de la categoría reina --uno detrás de Casey Stoner (2007) y dos a rebufo de Jorge Lorenzo (2010 y 2012)-- han hecho de este finísimo y elegante piloto el eterno candidato. Y volverá a serlo el año que viene pese a que, en el Mundial que acaba de ganar el tricampeón mallorquín, Pedrosa ha sumado seis victorias (récord en su palmarés, incluso nunca había ganado tres carreras seguidas) y, lesionado Stoner, se haya hecho con los mandos de Honda.

Poseedor de un estilo muy particular que elude, si puede, el cuerpo a cuerpo, Pedrosa vive de preparar con esmero y meticulosidad la carrera los viernes y los sábados, para escapar el domingo. "Cometí el único error de la temporada en el peor momento, pero me siento muy orgulloso de lo que he hecho", dijo en Phillip Island. "He pilotado bien, he tenido una actitud buena y he afrontado los problemas, como el lío que se formó en Misano, con entereza. Estoy tranquilo porque no tengo nada que reprocharme. Hice lo que tenía que hacer".

El otro derrotado

Espargaró, según su propia definición, ha sido "la mosca cojonera de Marc". Así se definió tras ganar en Aragón-Motorland. Y es que Pol, que ha ganado este año cuatro grandes premios (ya suma nueve victorias y 34 podios en su carrera), solo ha tenido la mala suerte, o no, en su sonriente vida de tropezarse, en cuantas categorías y campeonatos ha participado, con Marc Márquez. "Somos como Cristiano Ronaldo y Messi", ha llegado a comentar, sin especificar quién es quién, porque los dos quisieran ser la Pulga. Bueno, Márquez no. "Me temo -dijo el de Cervera sobre la comparación- que si hay algún CR7 y/o Messi en el Mundial, estarán en MotoGP. Nosotros aún somos jugadores del filial". Cierto es que el espectacular salto de calidad, pilotaje y resultados del pequeño de los Espargaró se ha producido esta temporada. Sin él en la pista, haría meses que Márquez sería campeón. "Marc es un justo ganador".