El nuevo batacazo que ha sacudido al mundo del ciclismo no ha pasado desapercibido para nadie. Nada más conocerse la decisión de la UCI, buena parte del pelotón ofreció su versión de tan siniestro asunto. Mientras ciclistas como Oscar Pereiro pedía en su cuenta de Twitter la dimisión de "toda la UCI porque el sistema no funciona", otros como Laurent Jalabert intentaba mezclar términos muy distantes. "Aunque Armstrong sea ahora un mentiroso sigue siendo un inmenso campeón", declaró el exciclista y seleccionador francés.

Muchos lo esperaban, pero aún así la noticia de quitar a Armstrong los siete Tours ha caído como una bomba. Las redes sociales echaban humo y las reacciones no se hicieron esperar. Una de ellas, la de Eric Boyer, exciclista y exmánager del equipo Cofidis, quizá pueda servir para definir la personalidad del ciclista de Texas. "Lance Armstrong es un manipulador narcisista y un campeón que engaña no es un campeón", dijo Byer. Aún fue más duro al apuntar que habrá que emplear mucha energía e inteligencia "para reconstruir un deporte que está totalmente destruido por culpa de un hombre y de sus cómplices, un matón y un cínico".

El ciclista que ganó el Tour en el 2006, Oscar Pereiro, habló de la coherencia de la sanción, pero también del pésimo funcionamiento del sistema. "Después de tantos años y con 10 millones de euros, que lo sancionen por testimonios de compañeros y no por pruebas propias, es muy frustrante. Me está dando mucha tristeza el deporte que me lo ha dado todo. Es un día muy triste porque era un ídolo para mí" declaró el ciclista gallego.

Mientras, el exdirector deportivo del Saunier Duval, Fernández Matxín, abundó en la reflexión del Pereiro. "Alguno hacía mal los controles con la Sysmex que pagó Lance", dijo Matxín en referencia a una máquina de análisis sanguíneos.

Mientras, Johnny Schleck, padre de los dos ciclistas luxemburgueses, recomendó a sus hijos que abandonen el ciclismo después de que se hayan visto salpicados por otra trama. "Frank está deprimido. Ha gastado mucho en la defensa de su positivo. A sus 32 años, con dos de sanción, no competirá hasta los 34 y con huracán del caso Armstrong tan reciente será complicado que los tribunales de arbitraje muestren su lado menos agresivo", declaró el primogénito de los ciclistas.