Se fue del Córdoba, y junto a él sus mejores amigos: Javi Flores, al Getafe B; Arteaga, al Sabadell... Solo Pepe Díaz se quedó. El cerró el rombo en Alicante. Llegó Callejón al Hércules, un recién descendido de Primera División, de la mejor manera posible. En el primer partido, ante el Cartagena, marcó un golazo. Titular indiscutible en el primer tercio de competición, todo cambió con el final del 2011. El técnico, Juan Carlos Mandía, dejó de contar con él. Incluso se quedó fuera de alguna convocatoria. Prefirió apostar por gente mayor, como Tote, pese a que el motrileño demostró ser uno de los jugadores con más clase de la plantilla herculina, algo crucial si se tiene en cuenta que el Hércules basa gran parte de su juego en las jugadas de estrategia. Nadie habló con Callejón ni le explicaron el porqué del súbito cambio.

"Lo que más cuesta es el aspecto mental", reconoce el extremo. "Se ve todo de otra manera y tienes un pellizquito de mal porque vienes de jugar mucho el año pasado, pero no queda otra que esperar y seguir, porque todo llega".

Muchos en Alicante ven incomprensible el cambio drástico que Mandía tuvo con Callejón. "Ni siquiera le ha dejado fracasar", comentan en el entorno. El jugador, muy comedido, trata de encontrar motivos sin alzar la voz. "Lo achaqué a que quería (Mandía) un cambio en el equipo y prefería a otros jugadores en esa posición". Además de que al técnico le gusta apostar por gente veterana, a Callejón se le junta otro problema. "Somos muchos jugadores de banda y eso puede perjudicar al propio jugador, pero hay que mirar hacia adelante".

Si mira al sur, se encontrará un equipo, el Córdoba, totalmente opuesto al del año pasado. "Me alegro de que esté jugando tan bien porque hay compañeros que se están divirtiendo", comenta. "El año pasado, con Lucas (Alcaraz) teníamos otra filosofía de juego, era distinto. Paco (Jémez) ha impartido otro estilo, un juego vistoso, de toque y la afición se ha pegado porque ve buenos partidos en casa. La gente está más volcada con Paco por el juego vistoso; es normal", sentencia.

Callejón no se ha librado de una afición exigente. "Aquí son muy críticos y a la más mínima saltan". Hace cinco días pidieron la dimisión de Mandía. "Es injusto", reconoce Callejón, que sigue esperando a que todo vuelva a ser como antes.