Pisar el césped del Municipal siempre es emotivo para Juanmi Puentenueva. Su pasión por el fútbol nació en Pozoblanco, su tierra natal. Ayer de nuevo visitó aquel estadio en el que tantas veces jugó cuando era niño. Lo hizo dirigiendo al Marinaleda. Perdió, pero posiblemente haya sido su derrota más dulce. "Siempre es bonito regresar donde hay tantos seres queridos y donde empecé a conocer este deporte", comentó.