La pasión que le pone a su profesión Alberto García se vio reflejada ayer tras el choque. "Me hubiera querido morir si llega a entrar el balón de Nino", reconoció. Y es que el guardameta sabía de la importancia del encuentro. "Nos jugábamos mucho porque el que perdiera salía muy tocado y no podíamos dejar escapar el partido después de remontarlo", indicó. Eso sí, hizo un llamamiento a la calma y pidió mesura. "Hay semanas que parece que se ha ganado todo y otras que parece que se ha perdido". "Hay que valorar lo que hemos logrado aquí (en Tenerife) por todas las dificultades que se nos presentaron".