Solo el ruido que procede de los despachos enrarece el excelente ambiente que vive Lucena con su club de fútbol, protagonista estable de un inmaculado comienzo de campaña en su segundo año en la Segunda División B. En lo deportivo, los números y las sensaciones que transmite el equipo son inapelables, otra cosa es lo que genera la relación de odio que se alarga en los últimos cinco meses entre el anterior mandatario, Jon Ander López, y la actual (con la que compartió directiva, cabe recordar, en algunos casos) junta que dirige Francisco Ramírez Aceituno. Más que fútbol, referirse a la disputa entre ambos bandos parece tratarse de un partido de tenis: el primer set, 6-3.

Y es que esta semana, Jon Ander López ha puesto tres demandas a su antiguo club en las que le reclama una cantidad cercana a los 150.000 euros, por el impago de varios pagarés así como unas cantidades que dice que tuvo que afrontar por falta de liquidez económica en la entidad, entre julio del 2006 y agosto del 2007. En concreto, en una de ellas reclama a través de una sociedad (Japronsa Inversiones y Promociones) 8.120 euros. En otra, él mismo como demandante, solicita 7.000 euros por otros dos pagarés que no fueron atendidos. Y la última, 134.984,53 euros por diversos ingresos en caja para el abono "urgente" de nóminas y demás necesidades, según el escrito interpuesto en el juzgado de primera instancia de Lucena.

Pero en el otro lado no se quedan atrás. Hasta seis demandas le han puesto al ex presidente en las últimas semanas.

La retahíla es variopinta: por fraude en la creación de la Sociedad Anónima Deportiva (SAD), por no aportar contabilidad alguna --"un solo archivador AZ", según dicen en el club-- ni presentar justificantes de pagos; por malversación de documentos y "utilizar la firma de su difunto padre" durante ocho meses; por haber utilizado cantidades reservadas por los pequeños accionistas; por pignorar (sacar) en dos ocasiones subvenciones municipales...

Asimismo, el club le dedica acusaciones como haber asegurado a los inversores Francisco Ramírez, Francisco Ortega y Joaquín Moreno que poseía 170 acciones reservadas de la futura SAD y después dijo que solo eran 30. O que cobrase mensualmente 7.500 euros más 1.500 para gastos de representación. Sobre todo ello, Jon Ander argumenta que hay una "campaña orquestada" contra él y además advierte de que tiene otras dos denuncias más en estudio por presunta falsificación de un pagaré y para exigir la conversión del club en SAD o devolver el dinero a los accionistas. Tanteo final: 6-5.