En los concilios y reuniones eclesiásticas de la antigua Iglesia ortodoxa griega, normalmente celebrados en Bizancio, se discutían asuntos tan trascendentes y vitales para la existencia humana como cuál era el sexo de los ángeles o si Jesucristo reía. Alguna discusión bizantina se quiere montar alrededor de la suerte y el Córdoba. Isaac Asimov afirmó (creo que en sus ´Cuentos completos´) que "la suerte favorece solo a la mente preparada". Pero claro, Asimov no era cordobesista que sepamos. Y con su teoría, hoy en día, tampoco le aceptarían.