El Oasis , en Córdoba, junto a la Estación de Servicio La Mezquita, en la autovía de Andalucía, se convierte en el santuario de los moteros que bajan hacia Jerez para disfrutar del Campeonato del Mundo de Motociclismo. En este lugar son cada año miles y miles los motoristas que hacen un alto en el camino para reponer fuerzas en su trayecto hasta la provincia de Cádiz. Este año se ha montado incluso un gran escenario, la revista Motociclismo trata de asociar a más "adictos" al mundo de las dos ruedas y en cambio obsequiarles una gorra o una camiseta que guardan "como oro en paño".

Este año, además hay un estand en el que los moteros se relajan en los sillones de masaje Grand Class , con el cinturón masaje para adelgazar o las gafas de masaje que mejoran la circulación sanguínea alrededor de la zona ocular. Todo ello para que los motoristas emprendan los casi 300 kilómetros que restan hasta Jerez con mayores garantías de éxito.

Uno de los hechos anecdóticos de este año son los precintos y pañuelos que llevan en las matrículas traseras muchas motocicletas para evitar los radares. No obstante, muchos moteros se quejan del elevado número de policías que controlan el trayecto, aunque otros señalan que es bueno para poder reducir el número de accidentes, "porque la verdad es que algunos van como locos" comentó ayer un motorista procedente de Madrid.

Por otro lado, las chicas de Red Bull tuvieron que reponer en varias ocasiones bebidas energéticas para que los moteros, además de disfrutar del ambiente, tomaran fuerzas para seguir la ruta y vibrar con los principales valores de las dos ruedas.

La vuelta suele ser más problemática debido al cansancio que acumulan los moteros y a la salida del circuito tras la celebración de las carreras. Se suele salir en bloque, pero merece la pena para los moteros, que convierten El Oasis en una de las mayores concentracines del mundo moteras.