La selección española buscará hoy apuntalar la segunda plaza del grupo VI de clasificación para la Eurocopa y optar así a la repesca que permitiría al equipo de Iñaki Sáez codearse con los países de su nivel y estar finalmente en Portugal este verano.

Matemáticamente a España le valdría con el empate e incluso existe una hipótesis de milagro que daría a la selección el pase directo si se duerme Grecia en el último embate. Pero la lógica invita a que el destino de España es la segunda plaza.

No está la selección para bromas ni regalos. La selección caminaba mustia. Sin embargo, el triunfo en Guimaraes ha dado oxígeno a los internacionales españoles. Sobre todo por su rotundidad (0-3).

Las nuevas incorporaciones de Fernando Torres y de José Antonio Reyes han aportado savia nueva en el momento más crítico de la era Sáez. Y aunque sería injusto cargar a los más jóvenes la responsabilidad de enmendar la plana y de arreglar los dos últimos tropiezos, ellos van a aportar mucho fútbol. Con ellos, el ambiente en el seno del equipo ha dado un giro de 180 grados.

Sáez quiere a Puyol de lateral izquierdo. En las dos plazas de centrales se consolidan Juanito y Marchena. El bético partía en un tercer escalón pero la lesión de García Calvo hizo que el atlético dejase la titularidad. Fijos Etxeberría y Vicente, con la opción de Reyes para entrar en cualquier momento, a Iñaki Sáez le sigue gustando que Raúl juegue de segundo punta por detrás de Fernando Torres.

Juan Carlos Valerón, por tanto se quedará de inicio en el banquillo y saldría en el segundo tramo si el primer invento no funciona. Xabi Alonso y Baraja han demostrado ya que son la pareja más equilibrada y complementaria del fútbol español en el medio centro.