El festival 'Algarabía' vuelve a escena en Medina Azahara

Más allá del trascendental valor histórico, arqueológico y patrimonial del conjunto Medina Azahara -- este 2023 se han cumplido cinco años de su declaración como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco--, la ciudad califal alberga un océano de conocimiento respecto a las manifestaciones culturales y artísticas de las sociedades que dejaron allí su rastro en la Edad Media. Poblaciones islámicas, cristianas, ortodoxas y judías, que se extendieron desde la Península Ibérica hasta Oriente, pasando por Europa, desde el siglo VII hasta el siglo XV. Con la idea de transmitir a la ciudadanía esta otra dimensión de conocimiento, la consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía pone en marcha Algarabía: escénica medieval, festival celebrado en agosto y que este año alcanza su tercera edición con la danza como novedad, tras dos años de insistencia en el teatro.

De acuerdo al caracter multicultural que respira la ciudad en ruinas, lo más característico de esta cita es su mirada hacia el pasado sin descartar las reinterpretaciones contemporáneas. Así lo manifiesta la bailarina y coreógrafa Nesma, pionera en llevar ala expresión corporal el legado andalusí con la creación del estilo de danza neoandalusí, cuya obra representará el sábado 5 de agosto ante el público del festival. El espectáculo Bazamat, tras las huellas de Al-Andalus explora este pasado con la reivindicación de la feminidad, así como de la tolerancia en la diversidad cultural.

Estas miradas actuales ayudan, como aseguran desde la Consejería de Cultura, "no solo a fidelizar el público habitual de esta cita cultural, sino a la atracción de otros espectadores interesados en nuevas expresiones del teatro y la danza". De este modo, el yacimiento cobra importancia en su dimensión divulgativa, pero también se convierte progresivamente en el foco de nuevas expresiones, de modo que su valor cultural actual ligado a la ciudad de Córdoba, también aumenta. En este sentido, si ha habido una figura literaria ligada a la ciudad y a Medina Azahara, esta es la de Antonio Gala. En su recuerdo, todavía con su reciente fallecimiento muy presente, Algarabía incluye también en esta edición El collar de Azahara: mil años de Ibn Hazm a Antonio Gala. Se trata de una representación teatro-musical que se pondrá en escena el miércoles 2 de agosto, para hilvanar las obras del filósofo andalusí y del escritor y dramaturgo sobre un escenario en el que ambos se inspiraron. Consistirá en un monólogo interpretado por la actriz Marina Devesa y protagonizado por Medina Azahira, la ciudad que construyera Almanzor a imagen y semejanza de Medina Azahara.

Música y voces femeninas

En lo que respecta al resto de la programación, el jueves 3 de agosto toma el protagonismo Gani Mirzo Band, un grupo musical de raíces orientales cuyas melodías se fusionan con el flamenco a través de instrumentos como el laúd, el buzuk y la guitarra flamenca, en lo que supone un puente de entendimiento entre culturas. Llevarán al escenario La ruta de Ziryab a Qurtuba, con un repertorio sobre la cultura andalusí y de Oriente Medio.

Los espectáculos tienen como esencia la diversidad y la tolerancia en la fusión de culturas

Por otro lado, el viernes 4 de agosto, la compañía de Ana Alcaide muestra La fuente de las mujeres, un ritual de creación femenina desde la libertad y la diversidad cultural que pretende ser un encuentro mágico en el que se realza la voz de las mujeres desde el folclore. Todo fluye alrededor de la fuente, un lugar cotidiano en el que nace un canto libre y auténtico, voces tradicionales, desnudas, a capella, llenas de sentimiento y nostalgia.

Todas las actividades tendrán lugar a las 22.00 horas en el Edificio Basilical Superior y la asistencia a los mismos es gratuita, aunque se requiere de inscripción previa a través la página web de la Junta de Andalucía. El incluir esta cita como opción de ocio para las noches de verano, supone la mirada hacia el patrimonio desde la perspectiva de una nueva sensibilidad adquirida sobre otras formas ancestrales de convivencia con la tierra y con el entorno. Algarabía es eso, además de un motivo de disfrute asegurado en mitad de la magia de Medina Azahara.

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