El Museo de Bellas Artes de Córdoba muestra estos días sus Dibujos barrocos madrileños; una serie de 27 obras llevadas a cabo durante el siglo XVII por autores italianos relacionados con la escuela de artistas españoles asentada entonces en la capital y que la institución ha recuperado de sus fondos bajo una línea de investigación renovada. La exposición, abierta al público hasta el 19 de febrero, añade luz sobre el desarrollo de las artes plásticas entre estos dos países.
El contexto en el que se sitúan estos dibujos abarca el traslado de la corte de los Austrias desde Valladolid a Madrid. Un hecho que provoca el reasentamiento de la nobleza y de toda una serie de pintores que buscarán trabajo dentro de esta nueva situación- así sucedió con Diego Velázquez o Alonso Cano- por lo que la capital desbanca a los centros de producción artística más destacados, situados en Sevilla o Valencia. Esta efervescencia provocó un efecto llamada de artistas italianos, quienes trajeron a nuestro país los modelos más avanzados del barroco, así como de artistas españoles. Ambos grupos lograron que los talleres que estaban consolidados en la ciudad no quedaran estancados en repertorios estéticos pasados.
El Bellas Artes adquirió estos vestigios entre 1877 y 1917 mediante compras a particulares entre los que figuran José Saló, un pintor catalán afincado en Córdoba y antiguo profesor de la Escuela de Bellas Artes cuyo círculo, al morir el coleccionista, vendió parte de estas obras barrocas. En 1917 se produce se produce otra compra a un vendedor que prefirió mantenerse en el anonimato, aunque los indicios apuntan a que se trató del Conde de Torres Cabrera durante su testamento. Destaca, además, la serie de las Batallas de Fernán Núñez, adquiridas por el Ministerio de Cultura en 2004.
Una de las colecciones más importantes de España
Las adquisiciones han sido investigadas por José María Palencia, comisario de la muestra, quien ha inaugurado la exposición este martes junto a José María Vázquez Domenech, director del Museo de Bellas Artes. Según Palencia, se trataba de "revisar" y "poner al día" esta colección de dibujos. Una de las más importantes de España, según el comisario, que pone de manifiesto la importancia de autores poco conocidos por el público general, como Antelo Nardi, pintor italiano que se estableció en España; Vicente Carducho o Bartolomé Pérez de la Dehesa. Entre las obras expuestas destacan 8 dibujos de los lienzos pertenecientes a la Casa Señorial de Fernan Núñez, realizados en su momento por Tomás de Castro para ilustrar el catálogo de la genealogía de los señores.
Asimismo, José María Palencia destaca como algo novedoso la atribución, hasta ahora anónima, de dos dibujos al artista napolitano Luca Giordano, quien también vino a España en 1692 llamado por el rey Carlos II. Los dibujos expuestos, pertenecientes a sus primeros momentos de formación en Roma, demuestran el hecho de que fuera reconocido por su gran habilidad con los pinceles, que consiguió copiando obras del renacimiento italiano. Tuvo como maestro a Pietro de Cortona, quien lo llevó por Roma. Uno de estos dibujos es una copia de una Inmaculada Concepción que hay en una capilla de la Basílica de Santa María la Mayor de Roma. Otro, también de la autoría de Giordano, destaca por ser una interpretación libre del Triunfo de la Divina Providencia; un motivo que Pietro de Cortona pintó en el Palacio Barberini para el Papa. Giordano hace aquí una composición propia de este motivo. Un tema que, según el comisario "no es habitual en España".
De ahí un motivo para la excepcionalidad de esta colección. "Los dibujos servían a los artistas para llevar los motivos concretos a las grandes composiciones", ha incidido José María Palencia. Por ello, la muestra también supone una oportunidad única para la formación de artistas contemporáneos.