El Arqueológico acoge la muestra 'Dobles miradas: El busto del pintor Eduardo Rosales', de Mateo Inurria

El objetivo de esta exposición es “mostrar el patrimonio como parte de un todo, una visión conjunta de los valores culturales que encierra el rico y variado legado patrimonial de Córdoba, con el que superar la tradicional separación por tipologías y disciplinas”.

Dobles miradas: El busto del pintor Eduardo Rosales, establece relecturas conjuntas entre instituciones diferentes pero a la vez unidas por su cometido y funciones. Se trata de un diálogo constante entre el patrimonio de ambos espacios museísticos en una fructífera colaboración.

La exposición inaugurada pone el acento en la figura del escultor cordobés Mateo Inurria (1867-1924). Renovador de la escultura en cuanto a formas y temática, supo insuflar una personalidad propia a sus obras, en las que se encuentra patente la influencia de la escultura clásica. De este modo, el Museo Arqueológico ha buscado un diálogo con uno de los bustos de época romana, en concreto, el posible retrato del emperador Clodio Albino.

La escultura, realizada en mármol en el siglo II, fue hallada en la calle Burell, en el centro de la capital cordobesa. Donada por la Real Academia en 1866 al incipiente museo, esta pieza, de los fondos fundacionales del mismo, se encontraba fragmentada, con la cabeza separada del resto. Fue intervenida a finales del siglo XIX por el mismo Mateo Inurria, como indicó el arqueológo Samuel de los Santos Gener en la ficha de inventario. Dicha intervención consistió en unir las partes que se encontraban hasta entonces separadas.

El busto del pintor Eduardo Rosales, de los fondos del Museo de Bellas Artes de 1922, boceto para la obra definitiva del monumento a este pintor en Madrid realizado por Mateo Inurria, se convierte en la obra idónea para establecer esta relectura a través de la relación entre ambas piezas.