El Archivo Municipal de Córdoba da a conocer una parte de sus fondos con la exposición Córdoba, una ciudad de postal, que, comisariada por el redactor gráfico de Diario CÓRDOBA A.J. González, muestra los cambios urbanísticos y sociales de la ciudad a través de las tarjetas postales ilustradas desde su nacimiento en 1896 hasta 1960. La inauguración este lunes de esta muestra ha reunido a numerosos curiosos en torno a los ocho cubos instalados en el Bulevar del Gran Capitán que albergan estas piezas y que forman parte del patrimonio fotográfico único propiedad de la memoria de todos los cordobeses y cordobesas.

El alcalde de Córdoba, José María Bellido, junto a la delegada municipal de Cultura, Marián Aguilar, y el propio comisario de la muestra han dado a conocer detalles de la misma, de la que González ha destacado que pretende acercar a la ciudadanía cómo la ciudad fue evolucionando a través de “unos pequeños objetos, muy populares en su tiempo y que han quedado ya obsoletos, que es la postal ilustrada”, un formato que nace en 1871 durante la primera República como un sistema de comunicación rápido y económico. 

Numeroso curiosos han visitado este lunes la exposición. MANUEL MURILLO

La primera red social de la historia

“Sin duda, es una de las primeras redes sociales de la historia”, ha continuado el comisario, que ha explicado que el recorrido de estas tarjetas postales en España se remonta a la segunda mitad del siglo XIX, aunque tardarían casi 30 años en ser aceptadas por la sociedad y convertirse en una de las modas más populares a comienzos del siglo XX.

La idea era tan sencilla como revolucionaria, cambiar la carta ordinaria por una pequeña cartulina que no necesitaba sobre. Su formato dedicaba una cara para escribir un pequeño texto, mientras que el dorso se reservaba para la dirección del destinatario. Pero su despegue como sistema de comunicación no arrancará hasta el año 1896, cuando los fotógrafos suizos afincados en Madrid Oscar Hauser y Adolfo Menet comienzan a editar su serie general de postales fotográficas de ciudades españolas, una colección que incluía la primera postal ilustrada cordobesa conocida de la historia, que, como no podía ser de otra manera, reproducía el bosque de columnas de la Mezquita Catedral.

“Consiguen en muy pocos años una difusión enorme y la imagen de Córdoba, en una época que no había televisión y apenas cine, se expande de forma muy potente por todo el mundo”, ha continuado González, que ha añadido que se trata de una exposición “reducida”, ya que hoy en día se pueden encontrar en internet unas 30.000 postales de Córdoba. 

Los ocho cubos albergan 70 imágenes, la más antigua datada en 1896 y pertenece a la primera editorial de postales española, siendo las más numerosas las de los años sesenta del pasado siglo. “La idea es ver cómo la ciudad fue creciendo y cambiando de esa pequeña capital de provincia del XIX a una capital moderna”. La muestra cuenta con un catálogo que reproduce 200 fotografías, así como un trabajo de investigación sobre el origen y desarrollo de estas tarjetas. Por último, González ha querido agradecer el trabajo de Paco Casado, Casares y la imprenta Luque, además de destacar la colaboración a Ana Verdú, directora del Archivo Municipal, ya que sin esta institución “la memoria fotográfica de la ciudad no existiría”.

Tras agradecer la presencia de numerosos representantes de instituciones culturales cordobesas, Aguilar ha resaltado “el patrimonio documental que nos avala como ciudad y que contiene el Archivo Municipal, en el que la fotografía un lugar destacado, y donde las imágenes de la ciudad levantan acta de todo lo que ha ido sucediendo en ella”. Por otro lado, la delegada ha resaltado que esta exposición “nos coloca en el lado del turista”.

El alcalde despidió el acto también con agradecimientos a los que han participado en la muestra y ha destacado la importancia de custodiar “el legado milenario de Córdoba”. “La fotografía tiene siempre un doble valor, el artístico y el documental” y en este caso, además de los enclaves patrimoniales, “se observan lugares menos reconocidos, sorpresas y los cambios urbanísticos y sociales que ha vivido la ciudad”, ha señalado Bellido.