Cuando aún resuenan los ecos de su último espectáculo, La cosa está que Trini, estrenado el pasado mayo en La Casa Azul, la cantante cordobesa Trinidad Montero La Trini se enfrenta ahora a una importante actuación junto a la Orquesta Nacional de Francia, donde cantará El amor brujo, de Manuel de Falla, en escenarios como el teatro de la Filarmónica de París (28) y sala Le Seine Musicale (24), que se inauguró en el 2017 con un concierto de Bob Dylan. Bajo la dirección del joven director español Roberto González-Monjas, La Trini vuelve a esta pieza, una obra que conoce muy bien ya que comenzó su carrera con ella junto a las Orquesta Presjovem en el año 2003 y con esta composición realizó una gira por Europa que finalizó en el Auditorio Nacional de Madrid, un concierto grabado por TVE para el programa Los Clásicos de La 2.

La Trini se muestra «muy contenta y emocionada» ante estas actuaciones, pero también «orgullosa de ser una de las pocas cantantes españolas que se han subido a las tablas de la Filarmónica de París», considerando también que «París no es un mercado fácil». Aunque la cantante cordobesa ya ha pasado por teatros importantes a lo largo de su trayectoria, cantar «junto a esta orquesta y en ese teatro me ilusiona mucho», sobre todo para interpretar una pieza que la ha acompañado toda su carrera y que en su voz cobra una dimensión especial.

«Es una obra muy importante en mi carrera porque gracias a ella he subido a escenarios emblemáticos», asegura la artista, que, a su regreso de tierras francesas quiere dar un impulso a su último espectáculo, La cosa está que Trini, que espera estrenar a principio del 2022 en alguno de los teatros municipales cordobeses.

Este espectáculo ha unido a La Trini al guitarrista Luis Dávila, al percusionista Luis Dorado y a Ernesto Hita, éste último productor del montaje, que se ha creado en homenaje a la conmemoración del centenario de la Fiesta de los Patios y en el que hace un recorrido por los estilos que la cantante domina, que van del bolero al jazz y de la copla al flamenco, siempre bajo el hilo conductor del amor. «Aquí me libero completamente y se muestra a La Trini del escenario y a la que está debajo de él», continúa la artista, que después de residir más de diez años en Madrid ha elegido Córdoba para instalarse y desde su ciudad ofrecer su música a todo el mundo, además de dedicarse a formar a otros cantantes, una actividad en la que se siente «gratamente reconfortada» y con la que piensa continuar cuando sus compromisos profesionales no se lo impidan.