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AL MARGEN

Una cuestión de género

Una cuestión de género

Biopic correcto y de estilo clásico sobre la jueza del Tribunal Supremo de los EEUU Ruth Bader Winsburg, la segunda mujer en la historia que ejerce en este alto órgano judicial, aún hoy con 85 años. Asistimos a cómo entre una marea de trajes masculinos se abre paso en la Universidad -en 1956 era raro ver a una joven estudiar derecho en Harvard-, pese a las adversidades de la vida (ha de asistir a sus clases y las de su marido enfermo de cáncer) y las zancadillas que se le ponían por ser mujer. Así pues, después de finalizar sus estudios, no encontrará trabajo en ningún bufete de abogados, ya que estos empleos entonces estaban destinados sólo a hombres. No tendrá más remedio que optar por la enseñanza.

No obstante, caerá en sus manos un caso que le dará la oportunidad de luchar por la igualdad y demostrar cómo la injusticia por razones de género ha proliferado en multitud de leyes dictadas hasta ese momento. Será una dura batalla para esta abogada y su marido, pero en caso de ganarla podría constituir un precedente histórico. En el guión que ha escrito Daniel Stiepleman (sobrino del personaje biografiado) hay demasiada jerga jurídica en los diálogos, perdiéndose a veces el equilibrio entre el retrato íntimo del personaje y el drama judicial. Los personajes están encarnados en la siempre convincente Felicity Jones como extraordinaria mujer capaz de todo, y Armie Hammer en el papel de marido ejemplar que sabe cuándo tiene que permanecer al margen. Por tanto, estamos ante un drama biográfico de lo más plausible al llevar a la gran pantalla un personaje ejemplar: la mujer que acabó siendo nombrada en 1993 por el presidente Bill Clinton para el alto tribunal, después de haber cambiado el curso de la historia con la defensa de un caso sobre discriminación de género donde el Estado impedía a un hombre cuidar a su madre.

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