Dentro del Ciclo de Teatro Cordobés, hemos podido ver una versión del clásico de Shakespeare 'Ricardo III' bajo el título de 'R3, yo hago el mal'. La idea, dramaturgia e interpretación corren a cargo de Antonio Ortuño, que presenta al Duque de Gloucester, futuro rey Ricardo III, como un maestro de ceremonias que narra a modo de monólogo las villanías del personaje que para llegar a ser coronado rey no duda en asesinar a todos cuantos le pueden hacer sombra.

Buena interpretación de Antonio Ortuño, con la salvedad de que el personaje es real y se podría haber construido toda la trama sobre la realidad de Gloucester, dejando aparte la excesiva aproximación a Shakespeare, que requiere un lenguaje, una liturgia, distinta a la mostrada en este R3.

Por lo demás, Claudia Marcotullio compone una excelente iluminación que arropa toda la función, introduciendo cada uno de los personajes a los que se alude, y dando un halo de misterio y de magia a la función. La música de Raquel Jurado contribuye a que esa magia se haga más patente.

'R3, yo hago el mal' es una buena propuesta teatral que sólo adolece del problema ya endémico de la precariedad de medios que hace optar a las compañías por aquello de "cuantos menos mejor" y que un actor sea a su vez el director de la obra, con lo que se pierde perspectiva a la hora del montaje, lo que tiene como consecuencia esos pequeños fallos, imperceptibles la mayor parte de las veces, pero que están ahí y es una pena que puedan rebajar la calidad de un trabajo bien hecho como lo es este 'R3' de Antonio Ortuño.