El Nobel de Literatura de este año ha reconocido por primera vez el reportaje periodístico en la figura de la bielorrusa Svetlana Alexiévich, premiada ayer "por sus escritos polifónicos, un monumento al sufrimiento y al coraje en nuestro tiempo". La Academia Sueca ha resaltado que su obra profundiza en la comprensión de toda una era a través de un método "extraordinario", un collage de voces humanas compuesto de forma cuidadosa. "Ha inventado un nuevo género literario, supera el formato del periodismo, continuando lo que otros autores han contribuido a elaborar", señaló minutos después de anunciar el nombre de la ganadora la nueva secretaria permanente de la Academia, Sara Danius.

Danius es la primera mujer que ostenta ese cargo en la institución que concede el Nobel de Literatura y que este año eligió a la autora bielorrusa "con gran acuerdo y entusiasmo". Alexiévich, de 67 años, era la gran favorita en las casas de apuestas y en Estocolmo; con el aval, entre otros, de Maria Schottenius, exjefa de Cultura de Dagens Nyheter , principal diario sueco, y que ya había acertado de antemano los ganadores en el 2008 y en el 2009.

SORPRESA En declaraciones a varios medios suecos desde su residencia en Minsk, la ganadora mostró sin embargo su sorpresa por el galardón. "Lograr este premio es algo grande. Es algo del todo inesperado y casi una sensación inquietante. Pienso en los grandes autores rusos como Boris Pasternak", dijo a la televisión pública sueca SVT , asegurando que viajará a Estocolmo para recibir el Nobel, que se entrega el 10 de diciembre.

La guerra de Afganistán es el protagonista de su libro Los chicos del zinc (1989), escrito desde el punto de vista de los veteranos y de las madres de los caídas en el país centroasiático. Uno de los libros en los que recoge hechos reales en su afán por acercarse lo más posible a la realidad, un enfoque literario presente desde su primer libro, La guerra no tiene rostro femenino (1983), que escribió mientras trabajaba en un diario de Minsk tras haber compaginado esa profesión con la de profesora. Esa obra está basada en entrevistas con cientos de mujeres que participaron en la II Guerra Mundial y es una especie de novela colectiva, un género a caballo entre la literatura y el periodismo. Fue, además, el primero de un ciclo bautizado Voces de la Utopía , donde describe la vida en la Unión Soviética desde la perspectiva del individuo.