El Ayuntamiento de Lucena plantea una reforma parcial del Palacio Erisana

Los desperfectos parciales en la zona de butacas y el deterioro de la superficie fundamentan la reforma contemplada por el equipo de gobierno de Lucena en el Palacio Erisana. Este espacio cultural, inaugurado en 1954, acumula años sin intervenciones específicas de conservación y su constante uso provoca un lógico desgaste. 

Desde la delegación municipal de Cultura, en primer término, han solicitado al personal técnico la cuantificación económica de esta remodelación parcial, para definir determinaciones ulteriores, y la pretensión consiste en acometer, al menos, alguna de las actuaciones en el año 2024, a priori, con recursos municipales.

En la última sesión plenaria, el concejal no adscrito, Francisco de Mora, enfatizó las condiciones «lamentables», específicamente, del suelo y los asientos y requirió la adopción de decisiones a fin de adaptar el edificio «a la calidad y altura» de la localidad. 

Ubicado en la Plaza Nueva, esta dependencia municipal, adquirida por el Ayuntamiento en 1994, tras su última reapertura, alberga actividades de múltiples ámbitos. El concejal de Cultura, Francisco Barbancho, confirma que «no se ha hecho absolutamente nada», en relación a su mantenimiento, en los últimos tiempos. En la segunda década del siglo XX, fue construido por Daniel León y cedido al empresario cordobés Antonio Cabrera. En el año 1985, la autoridad local ordenó su clausura por deficiencias de seguridad y salubridad. 

En síntesis, el planteamiento apunta al tapizado de las butacas y a la sustitución del suelo. El concejal popular sí precisa que los asientos «no están todos mal», aunque algunos sí adolecen de patentes roturas. 

Actuaciones en marcha

De forma general, el Palacio Erisana, puntualiza Barbancho, «está bastante bien». En el sector de la caja escénica, diferentes intervenciones realizadas han remozado y adecuado este compartimento teatral. Actualmente, el Ayuntamiento subsana ciertas deficiencias del sistema eléctrico. 

Con todo ello, el concejal popular aclara que su departamento proyecta una remodelación «puntual». Barbancho expone que «la utilidad permanente» de este Palacio Erisana obliga a lograr un estado «óptimo». 

Acerca de la procedencia de la financiación, considera que por su «contenido transversal», promovido por distintas concejalías, las partidas económicas precisas podrían extraerse de varias áreas municipales y no sólo de la delegación de Cultura. En definitiva, significa, para Barbancho, una «prioridad» del equipo de gobierno en su conjunto.

Actualmente, el Palacio Erisana cuenta con unas 400 localidades, número similar al aforo del Auditorio Municipal Manuel Lara Cantizani. Francisco Barbancho manifiesta que la construcción de la segunda fase de la edificación anexa al nuevo recinto ferial constituye un propósito preferente en su delegación. 

Hace unos tres años, esta ampliación, hasta una capacidad de 700 plazas, se cifró en unos 400.000 euros, importe que, lógicamente, habrá aumentado considerablemente. «Lo vamos a pelear por todas las vías», confirma, admitiendo la imprescindible recepción de subvenciones de administraciones superiores. 

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