La Columna de Lucena vuelve a San Mateo por su centenario

El centenario fundacional de la cofradía de La Columna ha devuelto a los titulares de la hermandad al principal templo de Lucena y a una de las iglesias que ambas imágenes han visitado en las últimas décadas. La soberbia musical de la banda de cornetas y tambores de las Tres Caídas del barrio sevillano de Triana, en un apasionante concierto por las calles de Lucena, engrandeció, en consonancia con la efeméride, una procesión extraordinaria que situó al Cristo de la Columna y a la Virgen de la Paz y Esperanza en emplazamientos impactantes y exclusivos como La Purísima, la Cuesta del Castillo o el Pasaje del Cristo del Amor. 

Un grupo de hermanos, mantillas de la junta de gobierno y del grupo juvenil, el órgano rector de la corporación columnera y representaciones cofradieras compusieron una comitiva presidida por dos pasos procesionales análogos a las imágenes de cada Jueves Santo en Lucena. La Virgen de la Esperanza, sobre los hombros de la cuadrilla de Juan Miguel Jiménez, recuperó, en la zona delantera del trono, unos candelabros de cola de tiempos pretéritos. Nuestro Padre Jesús de la Columna, escultura prodigiosa de Pedro Roldán, irradiaba una estampa novedosa por las potencias de plata sobre un rostro revolucionario que conmueve e interpela. La cuadrilla elegida por el manijero José Luis Muñoz, igualmente con traje y escudo conmemorativo, santeó a La Columna desde su barrio de Santiago hasta la iglesia que también recibió a esta imponente escenificación de la flagelación hace medio siglo. 

Una multitud de público, procedente de numerosos puntos de la geografía andaluza, asistió un desfile procesional que encontrará su trayecto inverso justo dentro de una semana. 

A las 20.00 horas de un sábado de octubre las puertas de Santiago Apóstol flanquearon los destellos arrebatadores de Cristo y el desconsuelo acompasado por la Esperanza eterna y la Paz suspirada por la humanidad. La Banda de Música de Lucena cerraba la configuración protocolaria de esta procesión extraordinaria.