El Consorcio de Bomberos cumple tres décadas de servicio a los pueblos

El Consorcio Provincial de Prevención y Extinción de Incendios, organismo dependiente de la Diputación de Córdoba, ha mostrado su lado más solidario en numerosas catástrofes naturales internacionales con un trabajo que ha vuelto a visualizarse en los últimos terremotos de Turquía y Siria. Ello es posible gracias al convenio que la institución provincial, a través de la Delegación de Cooperación al Desarrollo, mantiene con Bomberos Unidos Sin Fronteras (BUSF). Pero este es solo uno de los avances que se han producido en la actividad del consorcio en las tres décadas que lleva en funcionamiento, en las que destaca la incorporación de las nuevas tecnologías con equipos de última generación, así como la ampliación y consolidación de la plantilla de efectivos, la formación y la participación ciudadana.

El organismo inició su actividad en 1993 como servicio de protección civil de la Diputación, y no fue hasta el 11 de marzo de 1994 cuando se creó el Consorcio como tal, con 3 parques de bomberos en Pozoblanco, Lucena y Montilla y una plantilla inicial de 54 bomberos. Posteriormente se abrirían los parques de Peñarroya-Pueblonuevo, Montoro, Palma del Río, Baena, Priego, Puente Genil, Hinojosa del Duque y La Carlota, este último en el año 2011.

En la actualidad, el Consorcio cuenta con un presupuesto cercano a los 20 millones de euros, una flota de aproximadamente 90 vehículos, once parques y una plantilla de 265 personas que cubre a 76 municipios y una población de más de 450.000 personas.

Dentro del operativo del Consorcio hay unidades específicas de Rescate en Altura, Drones, Canina y Rescate en Accidentes de Tráfico. «Toda esta infraestructura nos permite dar una respuesta satisfactoria y rápida a cualquier incidente o siniestro, pero el trabajo no concluye aquí, nuestro reto es diario y nuestro empeño es seguir mejorando un servicio que pretendemos sea lo más próximo a la ciudadanía cordobesa, pero que también se extiende a países en vías de desarrollo», señala el gerente del Consorcio, Rafael Agredano.

En la misma línea se expresa el presidente del organismo y delegado de Protección Civil, Rafael Llamas, quien muestra su «satisfacción por el trabajo realizado durante estos años, un esfuerzo compartido que está teniendo sus frutos y cuyo último objetivo es el bienestar de los vecinos y vecinas de nuestra provincia». «Podemos decir que, a día de hoy, contamos con un Consorcio de Bomberos convenientemente equipado, que ofrece un servicio de calidad, inmediato y eficaz ante cualquier incidente y que consigue llegar a todos los rincones de la provincia de Córdoba», añade.

Para conseguirlo, la formación es otro de los pilares fundamentales del Consorcio, que ofrece una amplia oferta de cursos específicos, demandados por el colectivo, que inciden en la mejora de sus capacidades y en un mayor conocimiento de materias relacionadas con el rescate en altura, el riesgo eléctrico, accidentes de tráfico, el uso de desfibriladores y la implantación de una nueva plataforma de software de emergencias, entre otras.

En lo que respecta a la intervención en zonas que han sufrido catástrofes naturales, la colaboración con Bomberos Unidos Sin Fronteras ha permitido que la Unidad Canina del Consorcio, formada por tres efectivos de distintos parques de la provincia, haya intervenido ya en numerosas catástrofes naturales internacionales. Uno de los bomberos que ha formado parte del operativo que recientemente se desplazó a la ciudad turca de Diyardaky, Antonio Caballero, ha explicado a su vuelta que «venimos con una sensación agridulce, pero con la satisfacción de haber dado lo mejor de nosotros. Nos hemos enfrentado a un escenario muy complicado, ya que el terremoto ha sido bastante fuerte y ha provocado una auténtica devastación. Hemos estado en una ciudad de unos 150.000 habitantes, en la que el cien por cien de la población está fuera de sus casas, con el 80 por ciento de las viviendas derruidas», lamenta.