Lo que para la aldea de Algallarín y Adamuz supuso una conexión directa a la autovía de Andalucía con la construcción y puesta en servicio de la presa sobre el río Arenoso, en el año 2006, en el término municipal de Montoro ocurrió lo contrario, ya que supuso un gran número de problemas en cuanto a las comunicaciones rurales y de acceso de los vecinos a sus propiedades que en algunos casos siguen sin resolverse.
Por ello, el presidente de la Conferencia Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), Joaquín Páez, ha confirmado que se va a buscar la mejor solución técnica y de mantenimiento para el paso de los agricultores por Pasada Veguetas.
Preocupa a la ciudadanía en general, a los agricultores de la zona en particular, y al Ayuntamiento montoreño el asunto de la conexión de los caminos rurales de la zona norte, un área que limita con las grandes masas forestales y en donde son muy abundantes las explotaciones agrícolas de pequeños propietarios. Como consecuencia de la inundación que provoca la crecida del nivel del agua en la zona acotada por el pantano de El Arenoso, esta queda aislada, obligando a los vecinos de esta localidad a dar un rodeo de más de treinta kilómetros para llegar a sus propiedades.
Por otro lado, otro asunto que preocupa es el de la seguridad. En este sentido, la alcaldesa de Montoro, Ana María Romero, ha indicado que «al interrumpirse la comunicación entre la zona conocida como Pago de la Torrecilla y el Pago de Casillas, Cucurucho, Cucaracha y Pasada Veguetas, en caso de urgencia, emergencia, siniestro o labores de vigilancia, los medios y dotaciones competentes únicamente pueden acceder a la zona dando un largo y considerable recorrido que restaría operatividad a su actuación». Pero, a su juicio, «no solo son de gran importancia las cuestiones de seguridad, que ya son motivos suficientes para buscar soluciones que repongan el tráfico de vehículos por las zonas inundadas». También considera la regidora montoreña el daño económico que se causa a infinidad de pequeños propietarios agrícolas, «que ven incrementados sus costes de producción tras ver cómo se inundaban sus tradicionales vías de comunicación para que otras zonas agrícolas bastante alejadas pudiesen contar con el beneficio del agua». Romero ha apuntado que «el Ayuntamiento de Montoro lleva años ayudando a los vecinos para intentar paliar los desproporcionados perjuicios» y que, ante las reiteradas preguntas de este Ayuntamiento, «no se tienen más noticias sobre este asunto desde el año 2012, y como es lógico los problemas persisten, afectando a una extensión de alrededor de 900 hectáreas y alrededor de 100.000 olivos».
Cortijo Salinas
Por otro lado, Romero argumenta que otra cuestión que hay que tener en cuenta en torno al pantano de El Arenoso es la necesidad de construir un acceso alternativo al construido para los propietarios de la zona conocida como Cortijo Salinas. «Se trata de evitar los continuos deslizamientos de tierra, con el evidente riesgo para la seguridad de las personas», aclara.
En este sentido, el presidente de la CHG también confirmó que se está redactando una solución técnica y de gestión para tratar de evitar los continuos deslizamientos de tierra, con el fin de prevenir riesgos y estableciendo la seguridad de las personas.
