La figura de Niceto Alcalá-Zamora recibió este viernes en Priego de Córdoba un reconocimiento a su labor como presidente de la II República española y su contribución al desarrollo de los valores democráticos en nuestro país, acto que sirvió al mismo tiempo como reparación, por parte del Gobierno central, por la persecución sufrida durante la Guerra Civil y la dictadura de Franco que le llevó a morir en el exilio.
Así se recoge en el documento firmado por el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños García, que el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez López, entregó este viernes en Priego de Córdoba a Pilar Alcalá-Zamora Queipo de Llano y Purificación Navarro Alcalá-Zamora, dos de las nietas de Alcalá-Zamora, en el transcurso del acto celebrado con motivo del 90 aniversario de la elección de Alcalá-Zamora como presidente de la II República española.
Un acto en el que también se reconoció el trabajo realizado por el Consistorio prieguense y el patronato municipal centrado en la figura Alcalá-Zamora, como así pusieron de manifiesto en sus intervenciones tanto el propio Fernando Martínez como la alcaldesa de la localidad, María Luisa Ceballos, que incidió en la implicación de las distintas Corporaciones que desde 1986 han sumado esfuerzos para colocar a Priego como un referente en todo lo relacionado con el republicanismo.
El acto, que tuvo como escenario el Teatro Victoria, continuó con la proyección de una película, de unos 16 minutos, filmada en Madrid el 11 de diciembre de 1931, fecha en la que Alcalá-Zamora prometió solemnemente en el Congreso de los Diputados la Constitución de 1931, convirtiéndose en el primer presidente de la República.
Posteriormente, la Banda Sinfónica de la Escuela Municipal de Música de Priego interpretó tres piezas entre las que destacaba el estreno de Alea jacta est, himno conmemorativo de la proclamación de la Segunda República, con música de Emeterio Martín y letra de Roberto Cermeño.
Finalmente, se procedió a la inauguración, en la plaza de la Constitución, de una escultura de Alcalá-Zamora realizada por el prieguense Antonio Serrano, en la que el insigne prieguense aparece sentado en uno de los bancos que rodean esta céntrica plaza en una actitud de diálogo, una de las cualidades por las que en vida se distinguió don Niceto.
