El Ayuntamiento rinde homenaje a las víctimas del bombardeo de 1938

El Ayuntamiento de Cabra tributó en la noche del pasado sábado un homenaje en recuerdo de las 109 personas que perdieron la vida y las más de 300 que resultaron heridas a las 7.31 horas del lunes 7 de noviembre de 1938, víctimas de los 2.000 kilos de bombas y metralla que sobre la ciudad arrojaron tres aviones de fabricación soviética, los Katiuska SB-2 del ejército de la República, en el que es uno de los sucesos más luctuosos y trágicos que Cabra ha vivido a lo largo de su historia. Con motivo del 80 aniversario del mismo, el Consistorio ha celebrado en estos días una serie de actos para recordar no solo a esta parte de la sociedad civil egabrense que perdió la vida de esta forma, sino también a todos aquellos que fueron represaliados por su forma de pensar y a todas las víctimas de la guerra civil, como señalaba el alcalde Fernando Priego (PP) al descubrir un azulejo conmemorativo en uno de los laterales del consistorio, donde en aquellos años se encontraba el mercado de abastos.

El regidor, que expresó que a todos se les debe memoria, dignidad y justicia, indicó que «la nueva generación de españoles somos conscientes del derecho de todas las familias de las víctimas, y por supuesto las del bombardeo de Cabra, a recordar, conmemorar y dar digna sepultura a sus familiares», mostrando su compromiso a apoyar institucionalmente esa justa demanda tanto con este homenaje como con la próxima construcción del monumento al recuerdo de todas las víctimas, y de ahí los trabajos de la Comisión de Memoria Histórica creada en el Ayuntamiento.

Previamente, se celebró en el IES Aguilar y Eslava una conferencia a cargo del profesor Antonio M. Arrabal sobre dicho episodio bélico que vivió la ciudad a pesar de estar a unos mil kilómetros del frente del Ebro, ilustrando a los asistentes con muchos de sus conocimientos que ya en el 2012 publicó en un libro titulado El bombardeo de Cabra. El Guernica de la Subbética, un trabajo de investigación fruto del realizado a lo largo de varios años.

El profesor, que dio cuenta de algunos detalles técnicos de aquella operación militar, reiteró que esta obedecía a una estrategia que llevó al ejército republicano a bombardear una ciudad que no se encontraba en el mismo frente y que causó gran conmoción en la población, algo sobre lo que todavía hoy día se siguen planteando muchas interrogantes.

Esta conferencia la ilustró con algunas imágenes del fotógrafo ruteño Cris Velasco, que dos días después del bombardeo plasmó con su cámara la ciudad y que en estos días se pueden ver en el Teatro El Jardinito, gracias a la colaboración de la Biblioteca Nacional, donde se encuentran depositadas.