La gran riqueza económica de la superficie adehesada

La ganadería, la apicultura, la extracción de corcho, la caza o el turismo son algunos de los aprovechamientos más importantes de las dehesas. La explotación sostenible de la riqueza compatibilizada con la protección ambiental se ha convertido en uno de los objetivos principales de estos ecosistemas creados por la mano del hombre. El porcino ibérico es la especie ganadera que más se adecúa a este entorno natural. Esta especie ganadera se suele compatibilizar con los rumiantes, ya se trate del bovino, ovino o caprino. En la dehesa se concentra casi la totalidad del porcino extensivo de Andalucía, sobre todo en Los Pedroches, Sierra Norte de Sevilla y las comarcas de El Andévalo, Sierra de Aracena y Picos de Aroche en Huelva. En la actualidad, Andalucía es la primera región española en producción porcina ibérica en sistemas extensivos.

El principal lugar de producción del bovino de carne en Andalucía y de toros de lidia coincide también con el área de la dehesa, extendiéndose en régimen extensivo en Los Pedroches, Sierra Norte (Sevilla) y la Sierra de Huelva. No sucede lo mismo con el ovino, que no suele ser habitual, pero que encuentra en ella un medio apto para su explotación, favorecido por su fácil complementariedad con otras especies (incluso fauna silvestre), además de los beneficios que aporta para el mantenimiento del ecosistema. De hecho la oveja es considerada tradicionalmente la especie que "crea y mejora la dehesa". Aunque suele estar presente en todas las zonas de dehesa, es más abundante en las zonas más desarboladas de Los Pedroches, Alto Guadiato y El Andévalo. Menor presencia tiene la producción caprina.

También suele ser habitual de las dehesas la apicultura, ya que sus especies de flora permiten la producción de mieles de excelente calidad, así como de polen, jalea real, propóleos y cera. No menos importante es la extracción de corcho. Andalucía cuenta con una superficie de alcornocal de 335.785 hectáreas, produciendo el 14% del corcho mundial y el 60% de España.

Por último, la caza es una actividad que está adquiriendo cada vez más importancia en este ecosistema, al igual que sucede con el aprovechamiento turístico y recreativo.