El tiempo no perdonó tampoco el Domingo de Resurrección. La provincia cierra una de las semanas santas más lluviosas de cuantas se recuerdan en Córdoba con la esperanza, eso sí, de que el año próximo el cielo sea más clemente con el mundo cofrade. Solo las imágenes que salieron al terminar la Vigilia Pascual se libraron de la lluvia. Fue el caso de Peñarroya-Pueblonuevo y Fuente Obejuna. En la primera localidad, la salida desde la Parroquia El Salvador de la Virgen de la Alegría y Jesús Resucitado puso punto final a la Semana Santa. Las dos imágenes que inicialmente hicieron recorridos independientes, se encontraron al final y llegaron juntos a la parroquia. En Fuente Obejuna, tras el encuentro del Cristo Resucitado y la Virgen de Gracia, comenzó el revoloteo de las banderas del Santo Entierro en la plaza Lope de Vega, que se repitió ayer domingo. También se quemaron Judas en Posadilla, Cuenca, Argallón y Ojuelos Altos.

La mañana no perdonó ni en Lucena, ni en Priego, ni en Montilla, donde el Resucitado y María Santísima de la Paz se quedaron en la parroquia de Santiago apóstol. Tampoco en Pozoblanco y Bujalance hubo procesiones. En esta última, la Cofradía de Jesús Resucitado y Nuestra Señora de la Alegría estrenaba unas nuevas andas de los talleres de Juan Angulo de Lucena. En Cabra con la imagen de Nuestro Padre Jesús Resucitado presidiendo una iglesia de Santo Domingo de Guzmán casi vacía, Juan Carlos Cantero, presidente de la Agrupación General de Hermandades y Cofradías, pidió que la del 2014 sea una "Semana Santa normal".

La Semana Santa de Palma del Río terminó en la intimidad de la iglesia de Santo Domingo. Los hermanos rezaron ante sus imágenes titulares, el Resucitado y Nuestra Madre y Señora de la Aurora, lamentando no conmemorar en la calle la Resurrección de Cristo. Precisamente el cartel de Semana Santa de este año es el paso de esta hermandad por la plaza de Andalucía. Desde 1996, que desfiló por primera vez, no había faltado nunca a su cita. En Baena, también por primera vez en más de cuarenta años, el Domingo se vivió bajo techo. La Real Archicofradía de Nuestra Señora del Rosario y Santo Cristo Resucitado decidió no celebrar estación de penitencia debido a la lluvia que caía insistentemente desde primera hora del día. La centuria romana del Resucitado tocó unas marchas dentro de la iglesia de Guadalupe mientras los hermanos mecían a las imágenes de la Magdalena y el Resucitado delante de la Virgen del Rosario. El mal tiempo disipó la ilusión de disfrutar en Puente Genil. Después de la polémica en la cofradía, con litigios aún por dirimir, la imagen contó con la devoción del pueblo y unos sesenta bastoneros se acercaron hasta la iglesia para portar el paso. El Obispado sustituyó a la anterior directiva por una gestora, que a día de hoy aún no ha recibido la documentación ni el listado tanto de bastoneros como de hermanos de la cofradía, por lo que no se sabía si habría portadores para cargar la imagen. La cofradía decidió salir por los aledaños de la iglesia del Carmen hasta que la lluvia les obligó a retornar. Además el tradicional desfile de figuras quedó suspendido después de 56 años ininterrumpidos con el titular y las corporaciones en la calle.

Jesús Resucitado de Fernán Núñez, una talla del escultor local Juan Polo, no pudo desfilar tampoco. Por este motivo, los fernannuñenses se tuvieron que conformar con admirarla en la iglesia de Santa Marina y no pudieron contemplarse en el exterior los estrenos incorporados este año: el tallado y barnizado de la canastilla del paso del Señor, el llamador, las trabajaderas y los respiraderos en malla con adornos dorados. En la puerta de la iglesia el Resucitado recibió una lluvia de pétalos como es tradicional, aunque no pudiera procesionar. Por último, la lluvia en Rute impidió la procesión de Jesús Resucitado, cuya cofradía realizó su estación de penitencia en la parroquia de Santa Catalina. La Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Nazareno de la Fuensanta de Morón interpretó varias marchas a esta talla, obra del imaginero Marco Antonio Humanes.