Las quejas de 15 agentes han llevado al Sindicato Unificado de Policía (SUP) a denunciar ante la fiscalía al jefe de la comisaría de Lucena-Cabra por coacciones y amenazas, a la vez que exige a la Dirección General de la Policía (DGP) "el cese inmediato" de este mando, según explicó en una comparecencia ante los medios Manuel Expósito, secretario general del SUP en Andalucía.

Estos agentes del área de Seguridad Ciudadana firmaron el pasado viernes un escrito --que fue mostrado varias veces-- en el que aseguran que el comisario "amenaza con un cambio de localidad" si no se llega a "la cantidad de identificaciones y detenciones que considere oportunas", lo que a juicio de este sindicato supone "un presunto delito" que ha sido puesto en conocimiento de la fiscalía "para que investigue".

"Los compañeros no pueden seguir recibiendo presiones", añadió Eduardo Mohedano, secretario provincial de este colectivo, quien cree que el motivo de que el comisario incida en las identificaciones se basa en "mejorar la estadística", si bien "no ha habido un aumento en el índice de criminalidad" en el área de competencia del Cuerpo Nacional de Policía. "No queremos a esta persona de jefe de la comisaría", dijo ante los periodistas, e insistió en que "no hay un motivo concreto" para que ordenara estas actuaciones.

ESTRATEGIA // Expósito subrayó que "la estrategia de la DGP es animar al policía a que haga identificaciones sistemáticas" y que en el caso de Lucena se trata de "órdenes verbales" que da el comisario a los jefes de servicio para que las transmitan. En la comisaría --con una sede en Lucena y otra en Cabra--trabajan unos 150 agentes.

También apuntó que "no vamos a permitir que esto suceda y cuando pase lo vamos a denunciar", ya que "el policía debe tener su propia autonomía y no admitimos presiones de los jefes en todo lo que no sea normal".

La comisaría provincial "no tiene constancia" de esta denuncia, ya que no había sido recibida a última hora de la mañana de ayer. Y es que ambos dirigentes sindicales reconocieron que no se habían dirigido al comisario, sino directamente al fiscal.